ESCRIBIR CON LUZ

Ripstein, el monstruo del cine

El cineasta mexicano fue reconocido en el Festival de Cine Internacional de Orense, de Galicia, España

OPINIÓN

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Cynthia Mileva / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Del erudito Ernesto de la Peña, aprendí la complejidad del término monstruoso. La primera de las acepciones es “que sale de lo común”, la segunda se refiere a algo “excesivamente grande o extraordinario” y, finalmente, la última indica algo “muy feo”. 

Rompedor de clichés. Autor de más de treinta películas —algunas se han convertido en cine de culto—. Director de talento mexicano y latinoamericano. Ilusionista de historias siniestras confeccionadas a la luz de la pantalla, Arturo Ripstein es un monstruo del cine. 

Su estilo es complejo y ha evolucionado en un camino de casi seis décadas. Con un gran manejo de la fotografía, de paleta anacrónica cuando es a color, y un dramático atemporal cuando es blanco y negro, y sus planos secuencia que saben a delicia, en tiempos donde el grueso del cine padece un exceso visual. Son un par de hilos que usa para dejarnos, la mayoría de las veces, al filo del precipicio mental en la butaca. 

Su densidad no es para masas insulsas. Desde su primera película Tiempo de morir (1965) hasta la más reciente El diablo entre las piernas (2019), un público menos numeroso lo acogió sin temor a zambullirse en algún sórdido rincón de la escena y encontrarse a sí mismo en alguno de sus inolvidables personajes. 

Hace unas semanas, Arturo Ripstein recibió el premio Calpurnia de honra internacional en el Festival de Cine Internacional de Orense (OUFF) de Galicia. 

Aunque en algunas ocasiones ha externado que no hace cine por el aplauso, el mutismo de los medios nacionales tocó huesito en torno al poco reconocimiento que ha tenido en su propia tierra. 

En un momento en que es favorecido el talento de los directores mexicanos con estatuillas, honoris causas y luminosos reflectores, no hay que olvidar al maestro Ripstein y a su monstruosa carrera cinematográfica. Una obra que ha sobrevivido en el tiempo, así como a las censuras, las modas y, por supuesto, nos ha llevado a profundidades más interesantes en el cine que la capa comercial.

POR CYNTHIA MILEVA

CYNTHIA.MILEVA@HOTMAIL.COM

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