TRES EN RAYA

Otro muerto que se nos fue vivo

Muerte natural y tranquila; pero lo importante: ¿se le investigó adecuadamente en vida? Por supuesto que no. Y no importan en estos momentos creer o no en la otra vida

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Murió de muerte natural Carlos Romero Deschamps. Todo indica gozó de impunidad y de desvíos millonarios realizados mientras fue líder sindical de Pemex hasta el último minuto de su vida. Nunca pisó la cárcel ni medio denuncia alguna en su contra.

Es cierto, el gasto de sus hijos —viajes en aviones privados, compra de un Ferrari Enzo con un valor de 2 millones de dólares, vidas de millonarios y muchas propiedades en Miami— empujaron al intocable líder de Pemex, a renunciar a posiblemente muchas otras futuras millonarias entradas. Pero nada más. Esto es, de ahí a explicar cómo era posible tanta riqueza ganando 28 mil pesos al mes, hay mucho trecho. Quizá el cuasi octogenario personaje fue el antecedente de cómo poder vivir holgadamente durante más de 12 años con solo 200 pesos en la cartera…

Lo que sí es un hecho es que Deschamps fue pionero en victimizarse. Ante la inexplicable vida de lujos y boato por parte de sus hijos, el líder petrolero renunció a la dirigencia acusando “falta de cooperación entre trabajadores y administración para impulsar los proyectos que permitan el verdadero avance de Pemex…”. Poco importó que durante más de 25 años fue ÉL quien fungió como líder del sindicato (y que antes de ello había trabajado en Pemex desde los 14 años conduciendo y ordeñando pipas).

Romero Deschamps contó con muchos protectores. El último: el propio López Obrador. Hace no muchos años, el presidente dijo que el ex representante sindical había presentado su renuncia de manera voluntaria… (como si eso lo exculpara). Poco antes, en el 2021 durante una de sus mañaneras, AMLO dijo que la Fiscalía le seguía la pista por depósitos superiores a las 290 millones de pesos, además de las lujosas propiedades en Florida y otros puntos de Estados Unidos. Pero hasta ahí. Ahora, con su muerte, le dio el pésame a los familiares, mas de todo lo robado y expoliado a la nación en la entonces paraestatal y su sindicato ni él ni nadie de su gabinete federal dijo nada de nada.

Muerte natural y tranquila; pero lo importante: ¿se le investigó adecuadamente en vida? Por supuesto que no. Y no importan en estos momentos creer o no en la otra vida.

En términos civiles y de gobernanza, el señor dejó como herencia una larga estela de asuntos no aclarados ligados a corrupción, impunidad, injusticia, ilegalidad y hasta delitos electorales. Un ciclo vicioso que hemos padecido y que explica bien por qué, en sus épocas de bonanza, Petróleos Mexicanos era la caja chica de distintas figuras de la política.

Pero, ¿a qué voy con todo esto? A que “gracias” a situaciones como esa, López Obrador está en el poder. AMLO capitalizó muy bien el hartazgo social y supo traducir la exigencia de la gente en una narrativa netamente electoral. ¿Justicia? ¿Combate a la corrupción? No. Ya dije que al final el propio AMLO le dio a Deschamps una salida decorosa de la vida pública…

Barrer las escaleras de arriba hacia abajo no sucedió en el caso de Petróleos Mexicanos. El dinero robado y mal habido no regresó a las arcas de Pemex, cuando evidencia de sobra había para que así hubiera sucedido. Por el contrario, con su muerte, CRD se vuelve un ícono más de impunidad. Evidencia notoria de que el tufo a corrupción no murió con él —ni con otros como él—, pues se ‘le dejó ir vivo’.

¿Qué otra cosa indica lo anterior? Que pronto, previsiblemente, aparecerán los “Deschamps” del obradorismo; ya sea al terminar la gestión actual o dentro de algunos años cuando ya estén bien incrustados en lo que quede de Pemex, en alguna otra instancia gubernamental, en un nuevo y recientemente creado organismo o empresa del Estado, o quizá siendo los beneficiados de obras interminables.

¿Cuántos casos ya se conocen de nuevos ricos ligados a la 4t?, ¿de riqueza inaudita conseguida al amparo de la amistad, negocios o encargos? No ha habido el 90% de honestidad; tampoco —todavía menos— el 10% de capacidad. Lo que sí ha habido es una copia corregida y mejorada de lo peor de aquel rancio priismo.

Deschamps pudo haber enfrentado la justicia, pero se le dejó ir. Murió dejando un boquete obscuro y profundo sin explicar que el pueblo de México tendrá que continuar llenando.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
COLABORADORA
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

@MALOGUZMANVERO

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