Durante el fin de semana seguro vimos en las plazas productos rosas, en algunos partidos de futbol como en el de Pumas vs. Monterrey, la porra del equipo universitario se vistió de rosa. En las charlas que tuvimos de seguro el tema se filtró.
El Día Internacional Contra el Cáncer de Mama que es el 19 de octubre ha cobrado gran relevancia, no obstante, dicha enfermedad es todavía la primera causa de muerte de mujeres en México.
Cifras de 2020 señalan que al año mueren más de 7 mil mujeres, se diagnostican 29 mil 929 nuevos casos, 70% en etapas avanzadas. El tiempo que tarda una persona en recibir tratamiento una vez diagnosticada es de 7 meses, cuando no debería sobrepasar los tres meses.
¿Por qué el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte de mujeres en México? Factores sociales, económicos e institucionales son los principales obstáculos para que tengan acceso a un diagnóstico y tratamiento oportuno.
El cáncer no es una enfermedad prevenible, se dice que puede ser silenciosa y que cuando se manifiesta ya está en etapas avanzadas. Pero seamos honestas y honestos, tal vez, esto de que es una enfermedad silenciosa no sea del todo cierto, sólo que no tenemos la costumbre de observar a nuestro cuerpo.
Para el cáncer de mama se recomienda que hagamos una autoexploración mensual de nuestros senos de 7 a 10 días después de menstruar y a partir de los 45 realizarse una mastografía anual ¿Por qué no lo hacemos? ¿No hay tiempo y dinero para nosotras porque hay otras prioridades familiares o personales? ¿Nos da pena tocarnos? ¿Crees que a ti no te va a pasar? ¿Te da miedo que ya lo tengas y prefieres no saber?
Una autoexploración mensual y una mamografía anual requieren aproximadamente ocho horas al año y un costo de alrededor de 1,500 pesos. En contraste, el tratamiento del cáncer de mama tiene un costo anual que supera los 2 millones de pesos.
Según la GACETA UNAM, sólo 20% de las mujeres en México se somete a una mamografía, a pesar de que está científicamente demostrado que este examen es esencial para reducir la mortalidad, evitar tratamientos agresivos y prevenir la extirpación de los senos. En este proceso de atención oportuna las instituciones públicas también tienen una tarea pendiente, los estados más marginados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca tienen mayores tasas de mortalidad.
En cuanto a la disponibilidad de recursos humanos y equipo médico por cada millón de habitantes, México dispone de 9.7 mastógrafos, 2.27 equipos de radioterapia y 4.4 oncólogos certificados, la tasa más baja de países miembros de la OCDE.
Pero de acuerdo con una investigación realizada por el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) en 2017, hay los suficientes especialistas en mastografía para establecer un programa nacional de tamizaje.
Es verdad que no contamos con los recursos de un país de primer mundo, pero si homogeniza la atención en todas las estancias de salud pública, se concentran los recursos y se enfoca en atender a las comunidades más vulnerables las cifras se podrían revertir. En este sentido, organizaciones sin fines de lucro, como la Fundación Alba, han presentado en el Senado la iniciativa para establecer la Ley General de Cáncer. Ley que contempla la creación de una Comisión Nacional y un Plan Nacional para la prevención, diagnóstico, tratamiento y atención de pacientes con diferentes tipos de cáncer.
El cáncer de mama es una lucha que nos atañe a todas y todos. A través de una mayor conciencia, inversiones en salud y la colaboración de la sociedad se puede disminuir la mortalidad.
POR: DULCE GALINDO VILLA
INSTAGRAM / @FUNDACION GRUPO ANDRADE
FACEBOOK / @FUNDACIONGRUPOANDRADE
EEZ