Parece casi inútil afirmar que Estados Unidos se encuentra profundamente dividido por lo que parece cada vez más como una grave polarización política.
Las divisiones entre republicanos y demócratas, o derecha e izquierda para usar términos tradicionales, son crecientes y llegan a niveles que algunos consideran comparables a los que precedieron la Guerra Civil de 1861-65. Y, de acuerdo con las encuestas, están en lo correcto, al menos parcialmente.
Una muestra nacional del Centro de Política, de la Universidad de Virginia encontró que los votantes estadounidenses desconfían de sus adversarios políticos y estarían dispuestos a explorar alternativas a la democracia, y que incluso algunos demócratas y republicanos consideran "aceptable" la violencia para impedir que el partido contrario alcance sus objetivos.
Paralelamente, un estudio de la Institución Brookings, advirtió que de acuerdo con un criterio cada vez más amplio, "la salud de la democracia de EU ha empeorado en los últimos años" y el país experimenta "dos formas de erosión democrática en sus instituciones de gobierno: la manipulación electoral y la extralimitación del ejecutivo".
Peor aún, de acuerdo con una reseña de la propia encuesta del Centro de Política, "la mayoría de los votantes que apoyan al presidente Joe Biden o al expresidente (Donald) Trump creen que elegir funcionarios del partido contrario en 2024 crearía un daño duradero en Estados Unidos".
52 por ciento de los demócratas creen que los partidarios republicanos son una amenaza para la vida estadounidense, y 47 por ciento de éstos dicen lo mismo de aquellos. 41 por ciento de los partidarios del presidente Biden dicen que creen que al menos parte de los republicano y sus ideologías se han vuelto "tan extremos en lo que quieren que es aceptable usar la violencia para impedirles alcanzar sus objetivos".
Pero 38 por ciento de los partidarios de Trump dicen que estaría bien utilizar la violencia para impedir que los demócratas logren sus objetivos.
La encuesta se hace eco de una serie de cuestionamientos sobre la vida democrática y consigna que una buena parte de los participantes se preguntó si la democracia es todavía un sistema viable de gobernanza.
31 por ciento de los partidarios de Trump dijeron que Estados Unidos debería explorar formas alternativas de gobierno para garantizar la estabilidad y el progreso, en comparación con 24 por ciento de los partidarios de Biden.
Brookings recordó que un reciente estudio puso a los Estados Unidos entre las democracias con fallas, luego de la negativa de Trump a reconocer la victoria electoral de Biden y preocupaciones sobre el deterioro de los mecanismos de balance al poder ejecutivo.
Ciertamente, el crecimiento del poder Ejecutivo a costa de los demás es ya un largo proceso en Estados Unidos, pero el distanciamiento y la falta de diálogo entre los sectores opuestos, obligan a preocuparse.
POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1
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