DESDE AFUERA

México y EU: entre la retórica y la realidad

Estados Unidos fue una rara muestra del pragmatismo de ambos gobiernos y de la complejidad de los vínculos bilaterales.

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En una relación que en su día a día es dominada por la retórica, la pasada reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos fue una rara muestra del pragmatismo de ambos gobiernos y de la complejidad de los vínculos bilaterales.

En el lado estadounidense, la imagen de la relación es dominada por la crisis fronteriza, creada tanto por el explosivo crecimiento del intercambio como por la llegada de decenas, o cientos de miles de migrantes centro y sudamericanos, así como de otras regiones del mundo y nuevos migrantes mexicanos. 

Peor aún, la gran mayoría de los aspirantes a la candidatura presidencial republicana enfatiza la posbilidad de usar recursos militares –de soldados de Fuerzas Especiales a bombardeos– para combatir en México a los cárteles del narcotráfico y, en especial, los laboratorios fabricantes de fentanilo.

La idea general es mostrar al presidente Joe Biden como débil, al margen del presunto beneficio de agitar los miedos y temores de un sector de la población estadounidense ante la llegada de inmigrantes y las muertes por fentanilo.  

En el lado mexicano, la retórica ha sido defensiva y más enfocada a subrayar las diferencias con su principal socio comercial, de la ayuda a Ucrania a los vínculos con otras regiones del mundo, de Rusia y China a Brasil o Europa, mientras lucha por enfrentar la crisis migratoria y los problemas del narcotráfico.

Pero ambos países enfrentan frecuentes dosis de realismo, que sin ser tan dramáticas como los problemas subrayan lo que está en juego.

"Tenemos la tremenda oportunidad de hacer de Norteamérica la más competitiva, más productiva y más dinámica región del mundo", dijo el secretario de Estado Anthony Blinken, durante el encuentro del viernes.

La secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, anotó a su vez, que "nos hemos convertido en el primer socio comercial de Estados Unidos y eso significa muchas cosas. Indica que hay responsabilidades, compromisos. Y diría también que hay una visión compartida para crear una de las más poderosas áreas hablando económica y socialmente".

La cooperación va de cuestiones policiales y de seguridad a la economía y la creación o fortalecimiento de cadenas de producción. 

Hay diferendos de muy alto perfil entre los dos países, en torno a la prohibición mexicana a la importación de maíz transgénico, a la política energética mexicana, sujetos ya al trabajo de abogados especializados.

Queda implícito el interés estadounidense en un vecino estable y el mexicano en una relación que asegure su prosperidad.

Un pequeño aparte durante la visita de Bárcena a Washington puso, sin embargo, de relieve una dimensión usualmente ignorada de la relación bilateral: el vínculo con los ya más de 35 millones de estadounidenses de origen mexicano. La reunión con miembros del Caucus Hispano, formado por los diputados de origen latino en el congreso estadounidense destacó un intento de acercamiento que no había sido frecuente los últimos años.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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