DESDE AFUERA

Una buena idea, pero...

Habría sido más efectivo y menos complicado buscar contactos oficiales o extraoficiales con Hamas a través de Irán o Venezuela

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cuando el gobierno mexicano anunció su intención de buscar contactos con el grupo militante palestino Hamas convirtió, como ha hecho tantas veces, una buena idea en un potencial error.

La idea de negociar con Hamas por la liberación de dos mexicanos capturados como rehenes en el ataque terrorista de hace 10 días, no es mala per sé. Al contrario. Pero anunciarlo públicamente sí.

El punto es simple. Un gobierno no puede negociar oficialmente con una organización armada a menos que esté dispuesto a que su postura sea considerada como un reconocimiento político.

No sería la primera vez que México diera reconocimiento a una organización guerrillera. Lo hizo, por ejemplo, con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, en El Salvador, y eso ayudó para la eventual negociación entre partes y el arribo a un acuerdo político, hace ya 30 años.

Pero el tema parecía más claro. Paralelamente puede afirmarse que ningún gobierno se ha privado jamás de negociar con grupos rebeldes o clandestinos, pero exactamente de esa forma: debajo de la mesa. En condiciones de discreción absoluta. Y eso, por cierto, abre camino para otro tipo de negociaciones.

Pero en el momento actual, habría sido más efectivo y menos complicado iniciar la búsqueda de contactos oficiales o extraoficiales a través de Irán o Venezuela, por ejemplo, que son países con una sólida y conocida relación con Hamas.

Es dudoso que diplomáticos mexicanos, incluso los acreditados ante la Autoridad Palestina –rival político de Hamas–estén en capacidad inmediata de ofrecer los contactos necesarios. Peor aún, si están preparados para una negociación de ese tipo. Y si, es necesario hacerlas, pero es probable que puedan encontrarse otros canales, extraoficiales por supuesto.

Cierto que eso es menos atractivo, o dramático, que el anuncio de conectar con Hamas para negociar la liberación de mexicanos, pero políticamente menos comprometido.

Porque el problema es que Hamas es una organización terrorista, o actúa como tal bajo cualesquier perspectiva que no sea ideológicamente ciega. De hecho, su declaración de principios establece como meta la eliminación del estado de Israel, un país con el que México tiene relaciones.

Y ciertamente, una negociación con sus representantes sería ofrecerle un reconocimiento político. Sería un punto políticamente complicado, tanto por lo que representa en este momento como por la posibilidad de abrirse un nuevo frente en la ya de por sí bizantina relación con EU, que considera a Hamas como un grupo terrorista y se queja, por cierto, de que su frontera con México es vulnerable a la llegada de terroristas.

El tema de Medio Oriente y sus conflictos es tan complicado de por sí como para agregarle una capa más de complejidad, en especial para una diplomacia que como la mexicana, y pese a las buenas intenciones de Alicia Bárcenas, parece navegar mares procelosos sobre barcos de papel y madera.

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

EEZ