COLUMNA INVITADA

Filias y fobias

En lugar de estar señalando y denostando a un candidato en particular, y dada su afición e inclinación por la alcaldesa de Iztapalapa, debería destacar las virtudes y logros de la funcionaria o ya de plano pedirle que lo haga su jefe de campaña

OPINIÓN

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Eduardo Macías Garrido / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los últimos días han arreciado las filias y fobias de algunos periodistas en contra de Omar García Harfuch, uno de los aspirantes mejor posicionados para ser el candidato de Morena en la contienda para disputar la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. 

Uno de los analistas políticos más vehementes, es el entrevistador Hernán Gómez, también conocido en las redes sociales como “facundo malo”. Es evidente que su candidata es Clara Brugada, por lo que no desperdicia oportunidad alguna para atacar a García Harfuch, así como a su padre y a su abuelo.   

En lugar de estar señalando y denostando a un candidato en particular, y dada su afición e inclinación por la alcaldesa de Iztapalapa, debería destacar las virtudes y logros de la funcionaria o ya de plano pedirle que lo haga su jefe de campaña. 

No solamente tiene filias muy marcadas, entre ellas las que expresa por Claudia Brugada, también tiene fobias a todo aquello que no comprende o que no conoce. Tal es el caso de la molestia o peligro que siente en las aspiraciones legítimas del exsecretario de Seguridad Ciudadana.   

Pareciera que cada vez que avanza en las encuestas Omar García Harfuch, don Hernán sufre de trastornos de ansiedad que se caracterizan por un miedo intenso, desproporcionado e irracional. 

Es un fenómeno no solo propio de Hernán Gómez, sino de muchos mexicanos, creen que descalificando al contrincante apoyan a sus favoritos. Lo único que se provoca en la sociedad, es una polarización ya de por si exacerbada y estimulada desde Palacio Nacional desde el primer día de este gobierno.   

Hay que dejar que sea la gente la que decida en base a resultados, argumentos, compromisos y trayectoria de cada candidato. Dentro de las características de un analista debe de estar en todo momento la objetividad.  

Debe presentar a la gente en sus análisis, puntos de vista objetivos, alejados de toda pasión o filias personales, para que sea el lector el que decida y saque sus propias conclusiones.  

Hemos explicado en diversos foros de las aberraciones e incongruencias de Hugo López Gatell, “el doctor muerte”, no pasó una semana y volvió a dar la nota, ahora expresando en una entrevista de radio, que ya no votarían por él los cincuenta mil fallecidos en la Ciudad de México durante la pandemia porque ya están muertos. 

El señalar los actos de cinismo de este personaje no es expresar una fobia hacia el “doctor muerte”, es sencillamente describir su desempeño como encargado durante la pandemia, para posteriormente analizar sus resultados, medidas tomadas y alcance de estas para proteger la vida de los mexicanos. 

Por su desempeño y dados los resultados, estaría descalificado para competir ya no por la jefatura de gobierno, sino para cualquier cargo público. No faltará además quien se haga quimeras mentales y piense que algún candidato no representa a la izquierda, se envuelva en la bandera de Morena y quiera por ahí expresar simpatías hacia su preferido o preferida. 

A las personas que compiten por algún cargo público se les debe de juzgar por su trayectoria, resultados y propuestas, dejando a un lado filias y fobias. Se debe construir un liderazgo ciudadano plural para así terminar con voces como la de Hernán Gómez que a lo único que llevan es a la polarización. 

POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO

 EDUARDOMACG@ICLOUD.COM
@EDUARDO84888581

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