LA ENCERRONA

El tigre ecuatoriano

“Las cárceles barcazas serían una medida transitoria para ubicar a los delincuentes más peligrosos, mientras reestructuramos todo el sistema carcelario.” Daniel Noboa

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El domingo se llevó a cabo el balotaje en Ecuador. Una segunda vuelta marcada por los resabios de la primera votación, una sociedad temerosa por la falta de seguridad, escándalos relacionados con la muerte de candidatos presuntamente a manos de grupos del crimen organizado y perfiles completamente opuestos. Por un lado la candidata del correísmo (como movimiento) y compañera y pupila de Rafael Correa, Luisa González (48%), quien representa a la izquierda y la vuelta a tierras ecuatorianas del ex mandatario. En el otro lado de la moneda, Daniel Noboa (52%), un “outsider” de la política ecuatoriana, hijo del magnate bananero y quien será el heredero de Lasso. 

Así, el presidente más joven de Ecuador, con solo 35 años estará al frente del país andino de manera inmediata y por un periodo de tan solo 16 meses de gobierno, porque debemos recordar que el actual mandatario, Guillermo Lasso, enfrentó la “muerte cruzada”, cuando disolvió a la Asamblea Nacional y esta lo destituyó del cargo iniciando su destitución a través de estas elecciones anticipadas. Razón por las que Noboa recibirá un país dividido, envuelto en una crisis de inseguridad e inundado hasta los aparejos debido a la deuda contratada por Lasso. 

Sumado a lo anterior, Daniel Noboa también tendrá que enfrentar a los personajes políticos más adelantados del movimiento de la Revolución Ciudadana (el correísmo), Pabel Cortés, alcalde de Quito y Aquiles Álvarez, de Guayaquil, las ciudades que son el motor político y económico del Ecuador y los personajes que son férreos defensores de Correa. Ante esto, seguramente Noboa hará lo que le resultó muy bien durante la campaña del balotaje, no tomar partido entre derecha e izquierda; no atacar a los correístas y mostrarse sereno a sus embates. En un país tan dividido, un personaje neutro siempre cae bien.

Sin embargo, como lo dije en este espacio cuando se dieron los resultados de la primera vuelta presidencial, este tipo de actores políticos emergentes no le hacen bien a la política, pues piensan que un Estado se comporta como un negocio, creen que la inseguridad se combate “al estilo Bukele” y que la respuesta a todos los problemas siempre será empequeñecer al mínimo al estado. El mismo Daniel Noboa ha dicho que su estrategia de seguridad será a través de drones, más tecnología (big brother) y hacer cárceles en mares abiertos para los reos de alta peligrosidad. Qué decir de su compañera de fórmula, Verónica Abad, abiertamente de ultraderecha y coach de negocios de la iniciativa privada ecuatoriana.

En este sentido Ecuador se perfila como un ejemplo al balotaje que se llevará a cabo en Argentina, donde Milei podrá irrumpir en la Casa Rosada. Esperemos que Noboa sepa administrar el caótico país que le deja Guillermo Lasso y no quiera hacer cambios abruptos y al vapor solo para simular una transformación que se diluya en el tiempo. Serán 16 meses arduos en el Palacio de Carondelet para resolver el acertijo que le tiene preparado el FMI, así como para desmontar o minimizar a las pandillas internacionales que se han avecindado en la nación andina y para contener los ataques del correísmo. Como reza el dicho popular, Noboa se ha ganado la rifa del tigre. 

POR: ADRIANA SARUR

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@ASARUR

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