El 29 de abril de 1967 se publica en el Diario Oficial, el decreto por el que se crea el Sistema de Transporte Colectivo, para el 19 de junio del mismo año, inician las obras de construcción y el 5 de septiembre de 1969 se inaugura la Línea 1 (Zaragoza -Chapultepec), con 11.5 de sus 15.2 km de su extensión y 16 de sus 19 estaciones en servicio.
Correspondió al entonces Primer Mandatario Gustavo Díaz Ordaz, poner en marcha esta magna obra, por cierto, a él se le entregó el boleto 0001 para insertarlo en el torniquete y viajar en un vagón acompañado del regente capitalino, Alfonso Corona del Rosal, cabe señalar que estos primeros boletos fueron de origen francés.
Transcurrido un año, el gobierno de México, solicitó asesoría a la empresa gala Alsthom, para que en nuestro país se imprimieran; cabe señalar que los primeros boletos fueron de color azul y contenían la leyenda CORTESIA, también había de color naranja, posteriormente tuvieron un costo de 5 pesos la tira con cinco y comprando uno solo se vendía al precio de un peso 20 centavos.
De acuerdo a lo expresado por el coleccionista Jaime Segovia, nos señala que en un principio era tanta la demanda por conocer el gusano naranja, lo que saturaba las taquilla y se optó por vender los boletos en otros establecimientos como misceláneas, zapaterías, mueblerías y en la tienda Viana, ubicada en Niño Perdido e Izazaga, la cual anunciaba, “Salte del Metro en Salto del Agua y salte del gusto con los descuentos de Viana”.
Hoy en día, el boleto del metro se ha convertido en un objeto de colección, algunos son muy raros como el surgido en 1972 en el Año de Juárez, justamente trae la efigie del Benemérito de las Américas, de color blanco el cual llega a tener un precio de 3 mil pesos un solo boleto, también se emitió uno color naranja con menor valor entre los compradores.
A lo largo de su historia se ha modificado su precio, en 1969 tuvo un costo de un peso, el 1 de agosto de 1986, 20 pesos; el 16 de mayo de 1987, 50 pesos; 21 de diciembre de 1987, 100 pesos; 27 de diciembre de 1989, 300 pesos; 8 de noviembre de 1991, 40 centavos; Diciembre de 1995, un peso; 30 de noviembre de 1995, un peso 30 centavos; 21 de diciembre de 1997, un peso 50 centavos; 1 de enero de 2003, dos pesos y la tarifa actual de 5 pesos se estableció a partir del 13 de diciembre de 2013.
Lo cierto es que este legendario cartoncito con cinta magnética, está en vías de desaparecer, de acuerdo a lo anunciado por el titular del organismo, Guillermo Calderón Aguilera, pues a partir del pasado 2 de septiembre en la Línea 7 del subterráneo capitalino, sólo se podrá ingresar con la tarjeta de movilidad integrada; así es que los metronautas se irán despidiendo de su boleto inseparable.
POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS
COLABORADOR
MAAZ