COLUMNA INVITADA

México: En el Caos del Neoliberalismo y las Guerras Globales

Para capitalizar plenamente las oportunidades del "Nearshoring" en México, la incorporación de diversos factores de la restructuración económica global en nuestras decisiones empresariales y agendas políticas es fundamental

OPINIÓN

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Óscar Sandoval / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Detrás de todo conflicto armado, subyacen tanto la ideología como un mercado de consumo y transformaciones en la estructura económica global. Indudablemente, es imperativo centrar nuestra atención inicial en las cuestiones humanitarias; sin embargo, también es crucial ejecutar un análisis prospectivo sobre la futura reestructuración de las fuerzas político-ideológicas y económicas a nivel mundial. Aquí se presenta nuestro #Blindspot de la semana.

Persistimos en iluminar puntos ciegos: la oferta de libertad de Estados Unidos, materializada a través de la seguridad y el crecimiento económico —comúnmente vinculada al neoliberalismo— está desgastada y ha sido incapaz de renovar su propuesta mundial. Un motivo fundamental es sus notorios conflictos internos, visibilizados con el ascenso de Donald Trump sobre Hillary Clinton y evidenciados culturalmente, por ejemplo, mediante el saqueo constante y normalizado en tiendas emblemáticas de dicho país, afectando los patrones de consumo.

En este espacio, hemos mencionado que, si bien los ciudadanos estadounidenses desaprueban las acciones de Trump para interferir en el proceso electoral, su rechazo no es absoluto. La sacrificación de libertades a cambio de ideología no es exclusiva de democracias "en desarrollo".

También hay que considerar que al comparar el ataque perpetrado por Hamas en Israel con el 11 de septiembre, lo que estamos haciendo implícitamente es señalar las fallas en ese sistema de libertades prometidas y cómo esto reconceptualiza el mundo "libre".

Para capitalizar plenamente las oportunidades del "Nearshoring" en México, la incorporación de diversos factores de la restructuración económica global en nuestras decisiones empresariales y agendas políticas es fundamental.

Criticar continuamente la postura "pacifista" del gobierno de López Obrador, centrándose únicamente en una ideología malinterpretada y obviando sus responsabilidades macroeconómicas, no solo es ineficiente, sino también contraproducente. La necesidad de que la economía, empresarios y corporativos asuman proactivamente su potencial, en vez de buscar la aprobación presidencial, es evidente y vital. Es crucial comprender que, como señalan algunos colegas, Obrador es, en cierta medida, más neoliberal de lo que aparenta.

Consideremos, primero, los intereses y alianzas de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en el actual contexto de persistentes conflictos, especialmente en zonas neurálgicas como Israel.

El Banco Mundial y el FMI han sido tardíos al denominar la situación en Israel como "shock económico" y al declarar que es "demasiado pronto" para prever sus implicaciones económicas, lo cual, en parte, revela por qué su influencia global está menguando.

Con la inclusión de Arabia Saudita, Irán y los Emiratos Árabes Unidos, los BRICS están incrementando su cuota en la producción mundial de petróleo al 46%. Además, considerando que Irán ha sido un sostén de Hamas durante mucho tiempo y ha respaldado la guerra de Rusia contra Ucrania, se subraya que las dinámicas en juego no son exclusivamente humanitarias o ideológicas, sino también profundamente económicas.

En su trayectoria actual, los BRICS podrían representar pronto el 46% de la población mundial, sinónimo de un vasto mercado. Aunque algunos podrían argumentar que su población "es pobre", es esencial reconocer que un error de las actuales potencias económicas ha sido enfocarse primordialmente en hacer ciudadanos adinerados, no en mercados extensos.

Aunque México persiste como el principal socio comercial de Estados Unidos, surge la pregunta: ¿Estamos preparados para la inminente transformación geo-económica en curso? La situación actual en la frontera norte, abierta en retórica pero estancada en operatividad, puede servir como un indicador revelador y un punto de partida para una discusión más amplia sobre nuestra preparación y estrategias frente a los cambios globales.

POR OSCAR SANDOVAL-SAENZ

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