COLUMNA INVITADA

México ante el conflicto en Israel

Las atrocidades cometidas por los terroristas en el territorio israelí merecen una condena firme

OPINIÓN

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Claudia Ruiz Massieu / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El sábado pasado, el grupo terrorista Hamas atacó sorpresivamente distintas ciudades y regiones de Israel, asesinando a cientos de civiles y tomando como rehenes a decenas de personas. En respuesta, el gobierno israelí –encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu– declaró la guerra y desplegó acciones militares en Gaza, particularmente contra Hamas y otras organizaciones responsables de las agresiones.

La situación ha escalado rápidamente. En este momento, existen condiciones para una guerra de varios frentes con implicaciones globales. El probable respaldo de Irán a Hamas en la organización del ataque inicial —documentado por medios internacionales— así como las recientes ofensivas de otros grupos desde Líbano y Siria son factores que auguran un conflicto más amplio, con altos costos para la región y para el mundo.

Ante esto, algunos analistas han tratado de contextualizar (y algunos activistas, de justificar) el ataque de Hamas como resultado natural del conflicto israelí-palestino. Pero es algo diferente. El conflicto israelí-palestino es un asunto muy complejo, que requiere matizarse y debatirse en sus propios méritos. Al respecto, México históricamente ha respaldado —con la mayoría de la comunidad internacional— una solución de dos Estados, a partir de negociaciones que establezcan un acuerdo de paz definitivo.

Sin embargo, los ataques del 7 de octubre son sencillamente un atentado terrorista. No corresponden a una estrategia de demostración de fuerza militar rumbo a una negociación sobre territorios en disputa, no estuvieron dirigidos contra objetivos militares o infraestructura estratégica, ni mucho menos fueron útiles para fortalecer la legitimidad de la causa palestina en el mundo.

Al contrario: son manifestaciones de violencia desmedida contra la población civil. Se trata del asesinato más grande de judíos en un solo día desde el Holocausto. Han provocado que varios países que simpatizan con la causa palestina se cuestionen sobre el destino de sus recursos, que podrían estar financiando organizaciones terroristas. Han demolido cualquier argumento que dentro del lado israelí pudiera haber en favor del diálogo, ante la realidad patente de que Hamas no desea ninguna clase de acuerdo, sino simplemente la destrucción del pueblo judío. Y arrastraron a la propia población civil gazatí a una guerra que no provocó, pero cuyo costo pagará.

En los hechos, asumir que la disputa actual es sólo un nuevo capítulo de una larga historia del conflicto israelí-palestino es un error que puede conducir a la ambigüedad. Hamas no es Palestina, ni representa a todo el pueblo palestino. Las atrocidades cometidas por los terroristas en el territorio israelí merecen una condena firme, independientemente de cuál sea nuestra posición con respecto al conflicto entre Israel y Palestina. Sobre todo, cuando la violencia terrorista afectó directamente a nuestro país; entre las personas que fueron secuestradas se encuentran dos mexicanos; y decenas de connacionales han tenido que ser repatriados desde Israel.

Frente al conflicto israelí-palestino, México debe comprometerse con el pleno respeto al derecho internacional, con los derechos humanos y la solución pacífica de las controversias, como lo ha hecho siempre. Frente al terrorismo, en cualquier lugar del mundo, nuestra posición debe ser la condena firme, abierta, explícita e inequívoca.

POR CLAUDIA RUIZ MASSIEU

SENADORA DE LA REPÚBLICA

@RUIZMASSIEU

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