COLUMNA INVITADA

Una Fiscal aliada de la lucha de las mujeres

Mi función únicamente ha sido la de acompañar de manera solidaria y hacer lo que está en mis manos: legislar en contra de la violencia machista y, entre otras muchas cosas, ayudarlas en recuperar sus bienes más preciados, sus hijas e hijos

OPINIÓN

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José Narro Céspedes / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Siempre hemos estado apoyando las luchas que diversos grupos de mujeres han dado en contra de la violencia hacia las mujeres y las infancias, y más ahora desde que asumimos nuestro encargo en el Senado de la República.

La defensa de las mujeres víctimas de violencia en razón de género, vicaria, económica y alimentaria poco a poco se convirtió en uno de nuestros estandartes de lucha. En este camino hemos coincidido y luchado junto a mujeres valerosas quienes dedican su vida a eliminar los daños que causa el machismo y el patriarcado. Mi función únicamente ha sido la de acompañar de manera solidaria y hacer lo que está en mis manos: legislar en contra de la violencia machista y, entre otras muchas cosas, ayudarlas en recuperar sus bienes más preciados, sus hijas e hijos.

La declaración de la ONU sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, defina la violencia contra las mujeres como “cualquier acto de violencia de género que resulte o pueda resultar en daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a las mujeres, incluidas amenazas de tales actos, coacción o privación arbitraria de la libertad, ya sea en la vida pública o privada”.

La violencia vicaria es un mal que aqueja a muchas mujeres en México y en el mundo. Se trata de una forma de agresión en contra de las mujeres utilizando a las hijas y los hijos para dañar física y psicológicamente a las madres. Sólo ellas saben el sufrimiento que esto ocasiona.

Junto a colectivas, donde se organizan miles de mujeres, hemos creado una red de apoyo a víctimas de diferentes formas de violencia y junto a las instituciones del Estado Mexicano hemos logrado recuperar y hacer justicia a muchas madres que vivían sumidas en una profunda tristeza por causa de la violencia machista.

Es justo reconocer a las Instituciones del Estado Mexicano y en particular a las instituciones de la Ciudad de México, quienes nos abrieron sus puertas para escuchar y ayudar a las mujeres víctimas. Entre ellas se encuentran la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, encabezada por una gran mujer, la Maestra Ernestina Godoy Ramos.

Hago un merecido reconocimiento que no podemos escamotear: el esfuerzo que ha hecho por avanzar en la eliminación e la violencia contra las mujeres y en lograr que en la Ciudad de México haya justicia.

La actitud del Gobierno de México, así como el de la Ciudad de México ha sido la de combatir frontalmente y radicalmente la violencia, y mantener las puertas abiertas al diálogo con todos los movimientos sociales. En especial, la Fiscalía de la Ciudad de México, bajo el mando de Ernestina Godoy, ha implementado nuevos protocolos de atención a las víctimas para mejorar el acceso a la justicia. Hay mucho qué mejorar en todas las fiscalías, ciertamente. Y el poder judicial está compuesto también por otras entidades, como los jueces y ministros, que escapan del poder de una fiscal.

POR JOSÉ NARRO CÉSPEDES
COLABORADOR
@NARROJOSE

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