En abril de este año se aprobó una propuesta de reforma constitucional en materia laboral, por parte de la comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados. Esta reforma busca modificar el artículo 123 para establecer una reducción de la jornada laboral obligatoria de 48 a 40 horas; además de ampliar los días de descanso de uno a dos.
Se trata de una Reforma Constitucional que requiere, por lo tanto, una mayoría calificada de las dos terceras partes, que además reviste una enorme importancia y ha generado un gran interés en la ciudadanía. Por ello, en la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados se determinó llevar a cabo la celebración de una discusión amplia, en formato de Parlamento Abierto, lanzando la convocatoria correspondiente.
En dicho Parlamento Abierto se habrán de escuchar todas las voces involucradas en la materia: sindicatos, cámaras empresariales, pequeños y medianos empresarios, académicos, especialistas en el tema, ciudadanas y ciudadanos. Lo anterior es fundamental para progresar en un tema tan relevante como los derechos laborales.
La realización de este Parlamento Abierto permitirá que todo el proceso previo a su discusión sea ordenado y que el resultado sea benéfico para los trabajadores, a la par de que beneficie también a la economía de nuestro país.
Queremos dejar claro que, como grupo parlamentario opositor, no hemos tomado una postura definitiva en relación con la moción que se discute. En materia de derechos laborales, es importante señalar que el PAN ha sido un férreo impulsor y garante de los mismos. Dentro de nuestras propuestas históricas se encuentran diversas iniciativas para consolidar un régimen verdadero de reivindicaciones para los trabajadores, así como para defender sus derechos gremiales, tales como el derecho a la libertad sindical.
En la última generación de enmiendas constitucionales y legales en la materia, Acción Nacional ha concurrido con propuestas de fondo y con ideas de vanguardia en la materia. Y en esta ocasión no será la excepción.
Dentro de los factores que habrán de analizarse se encuentra el tema de la productividad, que es clave para detonar el crecimiento económico y de bienestar para el país.
Desafortunadamente, de acuerdo con las mediciones de la Organización Internacional del Trabajo, de 189 países, el nivel de productividad de México se encuentra en el número 83. Nos parece que para tener una aproximación seria al tema de jornada laboral y con la intención de maximizar los derechos humanos de todas y todos los trabajadores, es indispensable encontrar las fórmulas más exitosas del mundo para superar el grave atraso que nuestro entorno registra en materia laboral.
Para darnos una idea de la brecha que estamos obligados a remontar, en Estados Unidos, que ocupan el sexto lugar en la medición de productividad y que son nuestro principal socio comercial, el producto interno bruto por hora de trabajo (medida de producticidad) es de 70 dólares, mientras que en nuestro país es sólo de 20 dólares por hora. Nos parece que es indispensable encontrar los mecanismos que permitan incrementar la productividad de la planta productiva nacional, como parte de la discusión a la que estamos convocando.
Hay que recordar que la propia Organización Internacional del Trabajo ha señalado que “el aumento de la productividad en los más pobres, la mejora de su empleabilidad y la creación de oportunidades de empleo productivo para ellos es una forma importante de luchar contra la pobreza.”
En Acción Nacional, trabajamos incansablemente por el bienestar de las familias mexicanas. Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida, generar empleos justos y dignos para las y los mexicanos. Para poder posicionarnos con respecto a la reducción de la jornada laboral, creemos que es fundamental escuchar todas las voces que participan en este importante debate.
En el PAN analizaremos los argumentos, datos y consideraciones de todas las partes para ilustrar con madurez y aplomo democrático nuestra posición.
Cualquier reforma que impacte en los sectores productivos y en la mano de obra del país debe analizarse minuciosamente; por eso escucharemos a los involucrados. Un parlamento que se respete se debe distinguir por su apertura, espíritu de escucha y capacidad de dialogar y por evitar posturas unilaterales y amagos antidemocráticos.
POR JORGE ROMERO HERRERA
COORDINADOR DEL GPPAN Y PRESIDENTE DE JUCOPO
@JORGEROHE
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