En diversas ocasiones he compartido a través de este medio, mi gusto por el género de terror, el cual considero mi preferido a pesar de que, por lo general, ese tipo de películas no pasan los controles de calidad cinematográficos, pero hay algo en ellas que me encanta. Y sí, el culpable de que me sienta tan atraída por el género es El Exorcista, filme que para mí es el mayor referente del género de terror.
Sobra decir que cuando se estrenó por allá de 1973, yo ni siquiera había nacido y obvio la vi muchos años después de que llegara a los cines, en una televisión, probablemente en canal 5, doblada al español y con la luz prendida. Aún con todos estos factores que podían jugarle en contra, la verdad es que la historia de la joven Regan poseída por una entidad demoniaca, vomitando verde, flotando encima de la cama y hablando como hombre, me impactó tanto que esa sensación de nervio, calor en el cuerpo y estado de alerta que me provocó, no la quise soltar nunca más y por ello es que me encanta el género y desde entonces voy buscando películas que alimenten ese gusto culposo masoquista que vive en mi.
El peso que tiene una cinta como El Exorcista, es directamente proporcional a la expectativa sobre cualquier película de terror, más aún si se trata del propio título EL EXORCISTA. Solo de mencionarlo se me contracturó el cuerpo entero del estrés. A todo eso se está enfrentando la pobre secuela El Exorcista: Creyentes.
Y digo pobre, porque ella solo existe, no tiene la culpa que a estas mentes capitalistas de Hollywood hacedoras de dinero en taquilla (Y miren que amo a Jason Blum), se les haya ocurrido la brillante idea de traer de regreso, en forma de secuela, cincuenta años después, el título de El Exorcista. ¿Por? Si en su momento se estrenaron dos secuelas más de la cinta dirigida por William Friedkin y no funcionaron, ¿Por qué creeríamos que 45 años después sí lo haría otra secuela? ¿Porque trajimos de vuelta a Ellen Burstyn, apelando a la nostalgia como lo han hecho tantas películas desde hace un par de años? No señores, aunque el género de terror no nos merezca, los fans sí nos merecemos más del género de terror, particularmente de El Exorcista.
Y a ver, a pesar de este pensamiento que siempre tuve desde que supe que vendría una nueva cinta de El Exorcista, estaba de lo más emocionada y curiosa de ver la película porque se estrenaba en la ‘spooky season’ (mi temporada favorita del año) y porque era lo más cerca que estaría de experimentar todo eso que me hizo sentir la primera entrega, pero ahora sentada en un cine con palomitas. Y desafortunadamente el filme no logra su cometido. A pesar de que obtuvo grandes números, convirtiéndose en el más taquillero en su primer fin de semana de estreno en Estados Unidos, la crítica no lo ha favorecido.
En su visita a México para presentar El Exorcista: Creyentes, tuve la oportunidad de platicar con el genial Jason Blum, productor y creador de BLUMHOUSE (Actividad Paranormal, Huye, La Noche del Demonio) y en la entrevista me enfoqué en tratar de entender la decisión de traer de vuelta el clásico de terror: “Es algo grandioso y algo terrible, son ambas cosas. Es genial porque es muy poderosa. Todo el mundo la conoce, todo el mundo tiene una conexión con ella. Eso le ayudará mucho a nuestra historia cuando se estrene.
Pero lo difícil es que todos tienen todas estas expectativas sobre cuál es la idea que todos tienen de lo que debería ser una nueva película de El Exorcista. Pero creo que el éxito de David en esta secuela está en que te da la sensación que tuviste después de ver esa primera película. Nosotros no queríamos que la película copiara la primera, no queríamos que la película fuera totalmente diferente. Entonces íbamos a caminar por esta delgada línea y realmente para mí lo importante era el cómo íbamos a replicar la sensación que tuviste al ver la primera película y creo que David y su equipo realmente hicieron eso. La respuesta de Blum tiene sentido, aunque pienso que esa sensación que experimentamos todos al ver El Exorcista por primera vez, es irrepetible.
Y en efecto, también tiene razón en decir que las expectativas eran demasiado altas. Si lo tenía tan claro desde el inicio, entonces ¿Por qué siguió adelante con el proyecto? El mayor enemigo de El Exorcista: Creyentes, es El Exorcista…Y probablemente el director David Gordon Green (Responsable de las últimas cintas de Halloween de 2018 a la fecha). Sobre todo porque después del éxito de El Exorcista y sus 10 nominaciones al Oscar, a todo el mundo se le ocurrió hacer cintas de exorcismos dejando muy manoseado el tema. A ver tampoco me voy a poner de puritana y decir que me pareció espantosa. No. La verdad es que la película es bastante entretenida. Pero en definitiva no es lo que yo esperaba.
A pesar de las cosas negativas que podamos decir de El Exorcista: Creyentes, la cinta tiene cualidades muy grandes, una de ellas es la actuación de las jóvenes actrices Olivia O’Neill y Lidya Jewett, quienes interpretan a estas chavitas que son poseídas por el demonio después de hacer un ritual espiritista por lo que tienen que ser exorcizadas, tal como sucedió con Regan en la cinta original e interpretada magistralmente por Linda Blair, quien al año siguiente del estreno de El Exorcista recibió una nominación al Oscar.
Es de todos bien sabido que Linda Blair quedó un tanto traumatizada por las escenas tan fuertes que tuvo que filmar siendo tan joven, sobre todo por la energía tan pesada que se generó en el set al rodar, de una forma tan realista, la posesión demoniaca en una adolescente. Esa fue la razón por la que la actriz, quien hoy tiene 64 años de edad, decidió involucrarse en la preparación psicológica de las chicas que protagonizan la nueva cinta.
Sobre este tema, el director David Gordon Green explicó:“Como padre de familia también me preocupo por ese tipo de cosas y Linda se ofreció como voluntaria para ser consultora. Hay muchas historias que circulan, algunas verdaderas y otras falsas sobre la película original y el escenario de algunas de las experiencias. Pero lo que es cierto es que Linda tenía mucha experiencia y muchas opiniones al respecto, en un punto en el que se vio arrojada a una película controvertida y al mundo de las celebridades. Por eso encontré realmente valioso que ella hablara conmigo, alguien que durante todo el rodaje fue como una hermana mayor para las jóvenes actrices Lydia y Olivia.
El cineasta compartió con esta servidora que además de la ayuda de Blair, la producción contrató gente especializada para proteger emocional y psicológicamente a las actrices: “Tuvimos un psicólogo infantil en el set porque Linda dijo que si pudiera retroceder en el tiempo, ella hubiera tenido un psicólogo que la ayudara a lidiar con algunas de esas secuencias. Así que teníamos uno en el set en todo momento. Tuvimos maestros y padres de familia en el set en todo momento y simplemente hablamos de todo de manera muy comunicativa, inteligente y emocionalmente inteligente más allá de la edad de ellas.
El director reconoce que conocía los riesgos al hacer esta cinta y a pesar de ello, decidió entrarle con todo: “Desde el primer día dijimos que íbamos a construir un espacio seguro desde un nivel artístico y espiritual, que tendríamos a nuestros asesores espirituales y cada uno aportaría una perspectiva diferente de lo que se estaba buscando. Pero sabíamos que el objetivo final era llegar a algunos lugares muy difíciles y queríamos emprender ese viaje de manera segura”.
Creo que hasta aquí llegaré con esta crítica a El Exorcista: Creyentes porque si me gustaría que fueran a verla al cine. Al final del día, esta es solo mi opinión y yo soy de la idea de que para hablar de algo hay que tener los pelos de la burra en la mano. Además, ¿A poco no hay nada más divertido que vivir la ‘temporada de sustos’ viendo películas de terror en el cine?.