MUJERES EN ACCIÓN

9 de septiembre, día en que todas las Mujeres de Acción brillaron

El PAN demostró el músculo femenino que tiene en todo el país

OPINIÓN

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Laura Esquivel Torres / Mujeres de Acción / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La historia de Acción Nacional no se puede entender sin la participación protagónica de las mujeres. El sábado 9 de septiembre más de seis mil mujeres de todo el país nos reencontrarnos después de muchos años y demostramos que la fuerza del PAN y quienes daremos la batalla en 2024, seremos nosotras.

Lo que hoy vivimos en Acción Nacional es motivo de orgullo. Dos de nuestros cinco gobernadores, son mujeres; todos los órganos de decisión son paritarios y 17 de los 32 Comités Directivos Estatales son encabezados por mujeres; por primera vez en la historia, son mujeres quienes encabezan la Asociación Nacional de alcaldes, la Secretaría Nacional de Acción Juvenil, la Organización Democrática Cristiana de América y hoy tenemos a la primera mujer secretaria general electa. Aunque les cueste reconocerlo, el PAN es el partido que, con hechos, demuestra estar convencido de que el mejor equipo, es aquel que se conforma con los mejores hombres y las mejores mujeres.

El pasado no solo fue de fiesta sino de reflexión. Y no podría ser de otra manera cuando vivimos en un México donde se desaparecen a las desaparecidas, donde todos los días matan a 11 mujeres por el simple hecho de ser mujeres y donde el gobierno nos ha dado la espalda eliminando estancias infantiles y escuelas de tiempo completo, quitando recursos a los refugios para mujeres violentadas y el presupuesto para tratamientos de cáncer de mama, entre muchos otros.

Afortunadamente, la esperanza ha cambiado de manos y hoy nos pertenece. Hoy recae sobre nosotros la esperanza de las familias mexicanas, esas familias que esperan rescatar a este país de la mano de Xóchitl Gálvez, la próxima Presidenta de la República. Y le hemos dejado claro que nosotras, las mujeres de acción, seremos su primera línea de batalla. Xóchitl nos recordó que vale la pena seguir entregándonos cuando de causas justas se trata.

Las mujeres de Acción siempre hemos tenido claro que esta lucha lucha no es de hombres contra mujeres, de las de un color contra las de otro, las de la izquierda contra las de la derecha. Nuestra lucha es contra la impotencia de vivir con miedo, contra la angustia de la falta de oportunidades y contra el desaliento que provocan las desigualdades, pues pareciera que hay dos tipos de mexicanas: las que podemos acceder a un trabajo digno y las que no; las que podemos aspirar a ser profesionistas y madres a la vez y las que tienen que elegir entre una u otra, o incluso, las que no pueden elegir ninguna; las que podemos elegir entre escoger con quién casarnos o cómo vestirnos y las que no; las que tenemos acceso a servicios tan básicos como el agua y la luz, y las que no. Las que podemos soñar cómo queremos vivir y las que viven eternamente en una pesadilla.

Todas ellas, las que no nos conocen y no supieron que estuvimos reunidas también estuvieron presentes, porque nuestro compromiso es con ellas. Ese día ha quedó marcado porque no fue solo una fiesta, fue el inicio de la vitoria.

Hoy tengo claro que, para una mujer de Acción, ningún sueño es suficientemente grande. Ese 9 de septiembre lo recordaremos siempre como aquel día en el que la voz de las panistas resonó para nunca más callarse, ese día en el que los sueños no volverán a ser solamente sueños. El día en el que todas las Mujeres de Acción brillamos al lado de la mujer que hará historia y será la primera presidenta de México.