LA REBELIÓN GEOPOLÍTICA

Putin y Kim Jong-un desafían al Tío Sam

El acercamiento entre Corea del Norte y Rusia es un recordatorio de que la lucha contra un orden unipolar liderado por Estados Unidos va más allá de la guerra en Ucrania.

OPINIÓN

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Talya Iscan / La rebelión geopolítica / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En el complejo escenario geopolítico actual, cada movimiento de los líderes mundiales merece una atención detenida y crítica. Recientemente, el mundo ha sido testigo del acercamiento entre Vladimir Putin, el presidente de Rusia, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. Esta alianza, forjada en medio de la incertidumbre global, plantea una serie de preocupaciones que no pueden ser pasadas por alto.

Uno de los aspectos más inquietantes de esta relación es la historia previa de cooperación entre Rusia y Corea del Norte, que ha sido motivo de preocupación para Estados Unidos durante más de un año. Las advertencias iniciales sobre esta cooperación señalaron la intención de Rusia de comprar proyectiles de artillería para su uso en Ucrania, una señal temprana de sus intenciones en el ámbito militar. 

Además, la revelación de que Corea del Norte ha enviado municiones a Rusia a través de rutas en el Medio Oriente y el norte de África es motivo de seria inquietud. 

Estos hechos plantean interrogantes sobre la verdadera naturaleza de la relación entre estos dos regímenes y sus implicaciones en términos de seguridad global.

Un aspecto central de este acercamiento es el posible intercambio de tecnología militar y recursos, lo que permitiría a Corea del Norte evadir las sanciones impuestas por las Naciones Unidas y avanzar en su programa nuclear y militar. Esto podría incluir la adquisición de tecnología para desarrollar submarinos de largo alcance, que representan una amenaza significativa más allá de sus ya conocidos misiles balísticos. 

Además, Rusia podría proporcionar a Corea del Norte la asistencia económica necesaria para sortear las restricciones financieras impuestas por la comunidad internacional. Esto no sólo debilitaría el impacto de las sanciones, sino que también podría incentivar a otros regímenes a seguir un camino similar para evadir las medidas punitivas.

La reacción de Estados Unidos ante esta alianza no se ha hecho esperar, y no es para menos. La creación de un sistema internacional que escape a la hegemonía estadounidense es una preocupación central para ellos. 

La consolidación de una alianza entre Rusia y Corea del Norte, sumada a otras asociaciones internacionales como los BRICS, reduce la influencia de Estados Unidos en el escenario global. La nueva alianza podría conducir a una escalada de tensiones y posiblemente a la imposición de nuevas sanciones por parte de Estados Unidos. Sin embargo, las experiencias pasadas han demostrado que las sanciones no siempre logran sus objetivos, y en el caso de Corea del Norte, han tenido un éxito limitado en detener su programa nuclear.

En última instancia, el acercamiento entre Corea del Norte y Rusia es un recordatorio de que la lucha contra un orden unipolar liderado por Estados Unidos va más allá de la guerra en Ucrania. 

Rusia busca una mayor presencia en el Asia-Pacífico, lo que añade complejidad a las dinámicas regionales. 

China, como un actor clave en la región, también desempeñará un papel crucial en esta ecuación. Se espera que en las semanas siguientes a la reunión entre Putin y Kim Jong-un, se alcance un posible acuerdo de cooperación en áreas estratégicas y económicas. Esto podría cambiar significativamente el equilibrio de poder en la región y tener implicaciones de largo alcance para la seguridad global. 

La preocupación por la cooperación en materia militar y tecnológica, la evasión de sanciones y las implicaciones para el equilibrio de poder en el mundo son cuestiones que deben ser abordadas con cautela y atención por parte de la comunidad internacional. 

CITA: La preocupación por la cooperación en materia militar y tecnológica, la evasión de sanciones y las implicaciones para el equilibrio de poder son cuestiones que deben ser abordadas con cautela.

POR TALYA ISCAN
CATEDRÁTICA, FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES, UNAM; UNIVERSIDAD PANAMERICANA

@TALYAISCAN

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