El cambio climático es uno de los mayores retos de la época y sus efectos menoscaban la capacidad de los países para alcanzar su desarrollo sostenible. Es un problema que requiere que la comunidad internacional, los Estados y la sociedad en su conjunto trabajen de forma coordinada para detener el deterioro que está poniendo en peligro la supervivencia de muchas sociedades y el sostén biológico del planeta.
México, por ejemplo, es considerado como el segundo país con mayor variedad de ecosistemas terrestres y acuáticos, donde las principales amenazas del deterioro ambiental están constituidas por la transformación del hábitat, la sobreexplotación de especies, la contaminación de los ecosistemas, la introducción de especies invasoras y el cambio climático. En cuanto a este último rubro, México ocupa el lugar 67 entre los países con mayores emisiones de C02 per cápita, uno de los principales gases de efecto invernadero.
En el pasado periodo ordinario de sesiones en el Senado aprobamos, por unanimidad, una reforma que obliga por igual al Estado y a la sociedad civil a mantener el ecosistema que garantice el derecho que toda persona tiene a un medio ambiente sano, para su desarrollo y bienestar. Hicimos reformas al párrafo quinto del artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se establece que el daño, contaminación o deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque, en términos de lo dispuesto por la ley.
El dictamen prevé que el Estado y las personas deberán prevenir, conservar, proteger y restaurar los ecosistemas, la biodiversidad y el equilibrio ecológico para contribuir a preservar la vida en el planeta Tierra. Considera que la ley establecerá mecanismos de participación social, prevención, control y acceso a la justicia; se fija un plazo de un año para que la Federación, los estados y la Ciudad de México armonicen sus legislaciones en la materia.
En efecto, México y el mundo se enfrentan al reto de atender y resolver una serie de problemas ambientales que podrían ser obstáculos importantes para alcanzar la sustentabilidad en el futuro. El cambio climático, la pérdida de los ecosistemas y de su biodiversidad, así como la escasez y contaminación de los recursos hídricos son algunos de los más importantes. La necesidad de actuación se vuelve más urgente si se toma en cuenta que estos problemas han trascendido la esfera ambiental para afectar aspectos sociales y económicos.
Precisamente por ello, la legislación mexicana, y ésta no es la excepción, ha ido reconociendo gradualmente el valor tangible e intangible que el medio ambiente provee a los seres humanos y que impacta directamente en su calidad de vida. Un derecho humano que protege tanto a las generaciones presentes como las generaciones futuras.
En relación con este punto, y a fin de poder materializar de mejor manera esta disposición constitucional, recientemente presenté un punto de acuerdo por el que se exhorta al Consejo de la Judicatura Federal a que se establezcan Juzgados de Distrito especializados en materia ambiental, tal como lo mandatan los artículos 30 y tercero transitorio de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.
POR MARÍA MERCED GONZÁLEZ GONZÁLEZ
SENADORA DE MORENA POR EL ESTADO DE HIDALGO
@MARIAMERCEDG
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