Inició el proceso electoral en EdoMex, el 4 de enero de acuerdo con el calendario electoral se llevó a cabo la sesión solemne para dar el banderazo de salida a los partidos políticos y eventuales coaliciones que aspiran dirigir a la entidad más densamente poblada y con mayor presupuesto del país.
¿Y esto por qué es un asunto de todes? Aunque no es el único proceso electoral, sin duda el del Estado de México es el que tendrá la mayor atención mediática y al que se le intentará colocar en la narrativa como augurio del proceso de sucesión presidencial. Para nadie es una sorpresa que morena arranca con una ventaja de al menos diez puntos porcentuales, reconocidos hasta por encuestadoras que en ocasiones han servido de fuente propagandística de los partidos de derecha.
El segundo lugar es atribuido al bloque conformado por PRINARD donde, aunque haya una ficción para la designación de su candidato o candidata, todo mundo sabe que será mujer y que será el PRI quien encabece la coalición, justo por eso llama la atención el penosísimo papel del representante del partido del gobernador Del Mazo. Tonatiuh Medina inauguró lo que será la línea discursiva del tricolor el proceso electoral, mentiras, rumores, conjeturas y lo más ridículo viniendo de alguien que representa un partido que a toda costa se ha mantenido en el poder: acusaciones de persecución política.
Generalmente la población esta muy poco pendiente de las sesiones del Instituto Electoral del Estado de México y no es para menos, son un verdadero somnífero, pero la sesión solemne de inicio del proceso electoral siempre tiene una cobertura mediática amplia y en caso del EdoMex no sólo de medios locales sino nacionales también, es donde las fuerzas partidarias fijan su posición política de cara a la elección. Y justamente en ese espacio con amplia cobertura el representante del PRI actuó como si estuvieran en la luna, se convirtió en ese personaje que muchos tenemos en alguno de nuestros chats de WhatsApp y que consumen cualquier cantidad de noticias falsas, que repiten irreflexivamente que AMLO convertirá a México en Venezuela o Cuba.
Viene una etapa de un PRI esquizofrénico, el partido que reniega del Tren Maya pero al que AMLO le rescató su tren interurbano, el partido que miente sobre el manejo de la pandemia y que tiene como senador a un ex gobernador que se robó el dinero de hospitales dejándolos en obra negra, el partido que habla de incapacidad en la impartición de justicia y que guardó silencio ante la detención de Ovidio Guzmán, el partido al que el presidente le ordenó reaprender a un homicida que ya habían dejado libre después de atropellar a un comerciante en Cuautitlán Izcalli. El discurso del PRI en la sesión del IEEM es ejemplo de una “clase” política que vive en la luna, desconectada absolutamente de la población y divorciada de lo que la gente siente.