DESDE AFUERA

El problema del rejuego legislativo

Y de paso, el aviso de dos años complicados para el gobierno, para lo que pudiera definirse como el cuerpo político estadounidense, y para un país que ya ha sido considerado como "ingobernable"

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El brutal bloqueo impuesto por un grupo minoritario republicano a la elección de un presidente de su propio partido en la Cámara baja del Congreso estadounidense es tanto un ejercicio de democracia como una demostración de necedad.

Y de paso, el aviso de dos años complicados para el gobierno, para lo que pudiera definirse como el cuerpo político estadounidense, y para un país que ya ha sido considerado como "ingobernable".

Un grupo de hasta 20 diputados, poco menos del 10 por ciento de los 222 legisladores que hoy forman la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, rechazó la candidatura del diputado Kevin McCarthy, que fue los últimos años el líder de la minoría y, al mismo tiempo, un fiel soldado de la presidencia de Donald Trump.

El llamado "Grupo para la Libertad", que bien puede ser definido como de extrema derecha, demandó que McCarthy aceptara una serie de movimientos que les aseguraría una influencia extraordinaria en el juego político, incluso la capacidad de integrar un comité  investigador literalmente fuera de la estructura normal para iniciar una indagaciòn sobre lo que consideran como "politización" y uso político del Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

Pero las ventajas logradas fueron insuficientes y pronto demandaron lo que puede resumirse como más poder.

El normalmente disciplinado Partido Republicano se convirtió entonces en lo que se describió como un "escuadrón de fusilamiento en círculo", en demostración de una pugna interna, tan ideológica como de poder, que parecía una característica de los demócratas.

Y de hecho, en un anuncio de lo que viene.

El grupo trata de hacer valer su número para obligar a la bancada republicana a moverse en una dirección determinada. No serían los primeros en retener apoyo en votaciones importantes a cambio de concesiones. En este caso, si el "Grupo de la Libertad" se abstiene en determinados temas, las propuestas de su partido están condenadas al fracaso en una cámara donde cualquier medida importante necesita un mínimo de 218 votos para ir adelante.

Pero la realidad también es que la mínima victoria republicana en las elecciones de noviembre fueron una señal de que la mayoría estadounidense no está cómoda con medidas del extremo político como las del "Grupo de la Libertad".

Para McCarthy, el problema está en que debe demostrar que los republicanos son una alternativa viable, más allá de juegos de poder de una minoría que pueden reflejarse en la inmovilidad del poder legislativo estadounidense: la precaria mayoría demócrata en el  Senado es vulnerable por su parte a las demandas de legisladores individuales.

Se avizora en cualquier caso una pugna entre las dos cámaras que en la habitual lucha de poderes en Estados Unidos, la situación del Congreso puede llevar al gobierno por decreto presidencial.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1


PAL