CONCIENCIA ACTIVA

El supremo valor de la autonomía de los Poderes de la Unión

El poder ejecutivo de la nación, los poderes legislativo y judicial, son la base fundamental de nuestro sistema presidencial

OPINIÓN

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Fernando Alberto García Cuevas / Causa Común por México / Opinión Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El poder ejecutivo de la nación, los poderes legislativo y judicial, son la base fundamental de nuestro sistema presidencial, los tres poderes de la Unión.

Somos una república representativa, democrática, laica y federal. En este sentido, la autonomía del poder judicial es un tema fundamental para garantizar el Estado de Derecho, la independencia del Poder Judicial respecto a los poderes ejecutivo y legislativo, es fundamental.

Esto significa que el poder judicial no debe recibir órdenes ni presiones de ningún otro poder del Estado, sino que debe actuar de manera autónoma e imparcial basándose únicamente en las leyes que emanan de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y no, en las directrices que extraoficialmente imponga el poder ejecutivo.

Así mismo, esta autonomía es esencial para garantizar justicia y protección de los derechos de todas y todos los ciudadanos. Si el poder judicial no es independiente, y está sujeto a manipulaciones externas, es muy difícil que pueda impartir justicia de manera imparcial y objetiva. Por ello, es vital que existan medidas y garantías que aseguren la independencia del poder judicial, así como la elección de jueces y magistrados de manera independiente, asegurando así, la protección de la integridad del poder judicial, ante cualquier tipo de presión política o represalia.

La elección de la Magistrada Norma Piña como presidenta de la SCJN es un buen augurio para la democracia y la impartición de justicia en México, ante los enormes retos presentes en esta materia que enfrenta nuestro país.

Por lo tanto, resulta especialmente significativo que hoy, una mujer presida la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México. La presencia de mujeres en posiciones de poder y liderazgo es esencial para garantizar la igualdad de género, asegurando así, que se consideren las perspectivas de las mujeres en la toma de decisiones fundamentales para la nación.

La elección de una mujer como presidenta de la Suprema Corte de Justicia confirma la voluntad ciudadana de promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en nuestro país, así como el fomento a la diversidad en todos los ámbitos de la sociedad.

Nuestro reconocimiento pleno a los ministros de la Corte quienes, con su voto, garantizaron la autonomía e independencia de la SCJN.

Lo sucedido en la Corte confirma una vez más que la construcción de un México de instituciones no se hace de un día para otro. Paso a paso, con el carácter, la experiencia y determinación de mujeres y hombres a lo largo de la historia, hemos forjado el México libre y democrático que actualmente tenemos.

Por tanto, es absurdo pretender borrar de un plumazo, instituciones nacionales que se han levantado durante décadas, con enorme sacrificio, pretendiendo siempre el beneficio de la sociedad en su conjunto. Por supuesto que todo es perfectible, el trabajo
de evolución nacional, aún no termina.

Por otro lado, es nuestra obligación moral como mexicanos defender las instituciones que son basamento histórico para el desarrollo permanente de la nación.

El siguiente paso obligado para la sociedad mexicana, es proteger la integridad del Instituto Nacional de Elecciones, el INE, para seguir avanzando en la evolución gradual de nuestra democracia.

POR FERNANDO ALBERTO GARCÍA CUEVAS

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