NOTAS SIN PAUTA

Morena, un inquilino problemático

La historia política de Andrés Manuel López Obrador como figura de presencia nacional

OPINIÓN

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Arturo Rodríguez García / Notas sin Pauta / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La historia política de Andrés Manuel López Obrador como figura de presencia nacional, tuvo como escenario permanente la colonia Roma. Al menos el edificio del PRD y luego, dos viejas y señoriales casonas fueron ocupadas por él hasta que asumió la Presidencia de la República.

Fue en ese sector donde tuvo sus oficinas de la dirigencia nacional del PRD, en la calle Monterrey número 50, en los noventa; donde despachó sin cargo y también como candidato presidencial en 2006 y 2012, en la antigua casona de San Luis Potosí 64, esquina con Córdoba. A poca distancia de ahí, durante años, conferencias de prensa y eventos de partido se realizaron en el Salón d´Luz, en San Luis Potosí 48.

Finalmente, la esquina de las calles Chihuahua y Monterrey fue desde junio de 2018 y hasta el último de noviembre del mismo año, el epicentro de anuncios, visitas, salutaciones de contingentes que llegaban a revivir, cargados de esperanzas, los antiguos rituales de la política mexicana como el llamado besamanos.

Quizás por la carga simbólica del inmueble, lugar emblemático de los días de triunfal euforia, es que el partido que fundó el hoy presidente, terminó adquiriéndola como sede, por la friolera de 42 millones de pesos en 2019, meses después de la mudanza a Palacio Nacional.

Cada uno de los inmuebles ocupados, sin embargo, ha sido también motivo de controversia. Al PRD, hay que decirlo, ya sin López Obrador, se la embargaron y luego recuperó Monterrey 50. La casona de San Luis Potosí 64, quedó con el adeudo de casi medio millón de pesos por concepto de predial hasta 2018, año en el que fungió como oficina de Morena mientras López Obrador ya despachaba en Chihuahua 216.

La adquisición de esa última propiedad, sirvió dos años de oficina sede nacional del partido, pues para enero de 2021, un contingente que se ostentaba como Coordinadora Nacional de Fundadores, Militantes y Simpatizantes de Morena, inconformes con el reparto de candidaturas de ese año, la tomó. Después de casi dos años, el pasado jueves 26 fueron desalojados por agentes de la Fiscalía de Justicia capitalina y aun sigue pendiente de aclarar el proceder.

Yeidckol Polvensky, quien se había desempeñado como secretaria general en funciones de presidenta, relevo de López Obrador en la dirigencia nacional partidista desde diciembre de 2017, recibió diferentes manifestaciones que la obligaron a usar como oficina alterna la casona de Mérida 227, ahí mismo en la Roma.

Se trata de la casona propiedad de la actriz y cantante Alejandra Ávalos, que durante años usó Alejandro Esquer, entonces tesorero de partido y hoy secretario particular del presidente López Obrador, por la que Morena no ha pagado la renta desde febrero de 2021, cuando también fue tomada por supuestos militantes y, tan sencillo, que la dirigencia nacional decidió que como no la podía usar, nada tenia ya qué pagar.

Es precisamente un lío inmobiliario el que puso en aprietos a Polevnsky una vez que fue desplazada como dirigente por el Consejo Nacional, que designó al relevo a Alfonso Ramírez Cuéllar. El político zacatecano la denunció ante la Fiscalía General de la República, en junio de 2020, por daño patrimonial y lavado de dinero.

La denuncia versó sobre la simulación en la compra de inmuebles, a partir de transferencias por 395 millones de pesos a través de dos empresas Moscati de Querétaro y, Estrada Miranda, Proyecto y Construcción. Ella negó los cargos, Ramírez Cuéllar terminó, llegó Mario Delgado y ya nada se dijo.

Los problemas han surgido ya sin López Obrador y ahora, bajo la dirigencia de Mario Delgado, se mudaron de barrio pues despacha en Ejército Nacional 359, en la colonia Granada, ahí cerquita de Polanco. Apenas el pasado 20 de octubre, el INE le impuso una sanción a Morena por 134 mil pesos, por negarse a informar si dicho inmueble fue adquirido o se renta, alegando el absurdo de que revelar esa información pone en riesgo la seguridad de una persona.

POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
COLABORADOR HERALDO RADIO
@ARTURO_RDGZ

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