EL FONDO DEL MEOLLO

La selección del DT de México, es como si fuera por la silla presidencial

Como si fuera una campaña presidencial, con tapados o corcholatas de por medio

OPINIÓN

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Gerardo Velázquez de León / El fondo del meollo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Como si fuera una campaña presidencial, con tapados o corcholatas de por medio, el lunes se dará a conocer que Miguel Herrera o Guillermo Almada, será nombrado entrenador de la Selección Nacional Mexicana. Un proceso largo, nada que ver con otras selecciones que echaron a su entrenador, y a la semana ya tenían al substituto, caso España, Portugal, Polonia, entre otros.

Sesgar la información a favor de uno u otro es un ejercicio nacional. Por un lado, la sobreprotección de los que viajan a España para el Salón de la Fama, victimizando a su “líder periodístico”, Jesús Martínez, aunque él mismo decidió no ser parte del nuevo Consejo que manejará la Selección Mexicana, y que está formado por directivos de América, Necaxa, Chivas, Santos y Xolos.

Ofendido, tal vez porque Miguel Herrera es quien lleva la delantera para presentarlo el lunes, como el nuevo entrenador de la Selección Mexicana, y no a su director técnico, ese que los hizo campeones en el último torneo de liga, Guillermo Almada.

Rodrigo Ares de Parga, expresidente de los Pumas, como cabeza de Selecciones Nacionales, debe poner orden, ese que se perdió en los dos pasados procesos, y donde los futbolistas mal llamados líderes, se apropiaron del equipo abriendo y cerrando la puerta a jugadores que ellos querían, no los que la lógica futbolística pretendía.

También, para ordenar el entorno, tanto con SUM como con los diferentes promotores, donde encontrarán espacios para jugar las selecciones con límite de edad, tanto varoniles como femeniles. Pero también para convertirse en un escudo protector de Yon de Luisa, presidente de la Femexfut, que debe encontrar tranquilidad para poder desarrollar su verdadero trabajo, y no estar involucrado en temas deportivos, que en realidad no le deben corresponder.

Si llega Herrera, el binomio parece una bomba de tiempo por el carácter de ambos personajes, explosivos, apasionados. Por eso la madurez tan importante que deben mostrar, y trabajar en el manejo de crisis, esas que en sus labores anteriores no fueron bien vistas por nadie.

Campaña por la silla más preciada de México, la de mayor presión también, pero que los que han pasado por ahí, pese al desgaste natural que se da, terminan disfrutándolo, sobre todo cuando van a un cajero automático y checan su saldo.

Herrera sería presentado el lunes, si no se interpone nada en el camino. Si no hay alguna reacción violenta de un dueño de equipo, de un manotazo en la Federación, se daría el segundo periodo de El Piojo. La primera vez se interrumpió su proceso al ser despedido, tras el incidente en el aeropuerto de Filadelfia, cuando primero su hija intentó golpear a Christian Martinoli, y después él mismo, de manera cobarde, por la espalda agredió a nuestro compañero. Esa bajeza le costó el trabajo más preciado de entrenador en México, y ahora está a horas de ser confirmado de nuevo como el responsable para el proceso al Mundial 2026, el torneo en casa, para nada que es poca cosa. Un premio muy grande para un hombre que tan grave error cometió, en su paso en su primera época.

Puede ser una grave equivocación inclinarse por Herrera en vez de Almada, un remix que, combinado con el nuevo responsable de Selecciones Nacionales, puede leerse como una bomba de tiempo. Además, pocos recuerdan aquella noche, muy grave para el futbol mexicano, cuando Panamá se vio perjudicado por penaltis inventados por el estadounidense Mark Geiger, que incluso fue producto de que el equipo panameño, dirigido por Hernán Darío Gómez, sacara una manta en el vestidor del Georgia Dome con la leyenda: “Concacaf, ladrones. Corruptos, corruptos, corruptos”; así que tampoco, futbolísticamente, funcionaba el equipo de Herrera. Ver para creer.

POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@GVLO2008

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