COLUMNA INVITADA

Nearshoring y las variables para la relocalización

Esta tendencia ha sido arropada por las empresas y diversos sectores

OPINIÓN

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Itziar Gómez / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El nearshoring es un término cada vez más frecuente entre las cúpulas empresariales y líderes globales. Se escuchó con frecuencia durante la Cumbre de Líderes de América del Norte y también ahora en el Foro Económico Mundial en Davos. Con el objetivo de saber más de él me reuní con Carlos Sánchez Pavón, Director de Estrategia Global de Newmark, una compañía líder en consultoría de bienes raíces comerciales, quien me compartió su visión al respecto. 

El comercio internacional ha enfrentado grandes transformaciones a través de la historia. En décadas pasadas, la tendencia estaba dirigida a globalizar los procesos de producción, trasladando las operaciones a países que ofrecían una manufactura con costos más competitivos. De esta manera China y otros países asiáticos se convirtieron en la “fábrica del mundo” durante varios lustros.

Las cosas cambiaron mucho con la pandemia y con el conflicto entre Ucrania y Rusia. En épocas recientes la directriz apunta a dejar atrás la globalización y tomar decisiones enfocadas en cuestiones regionales para minimizar riesgos y diversificar las operaciones.

En consecuencia, surgió el nearshoring. De acuerdo con un estudio reciente de Capterra, el nearshoring está ocurriendo rápidamente: el 88% de los profesionales de la cadena de suministro de las pymes estadounidenses tiene planes de cambiar al menos algunos de sus proveedores a otros más cercanos a dicho país, mientras que el 45% planea cambiarlos a todos.

Algunas de las ventajas que se citan del nearshoring son la facilidad para gestionar situaciones críticas, pues la distancia es más corta para viajar y las diferencias de zona horaria más pequeñas. Adicionalmente, la cercanía garantiza una entrega más rápida, con más rutas de transporte y más resilientes. Hay que subrayar al T-MEC como un mecanismo que hace que el comercio bilateral sea más sencillo. Y, finalmente, un estilo de negociación y de cultura empresarial similar. 

El nearshoring está generando una creciente ola de inversión extranjera en México, donde Carlos me explica que han identificado tres sectores ganadores de este fenómeno: el automotriz, por la integración de cadenas productivas con Norteamérica y la necesidad de proveedores extranjeros, particularmente provenientes de Asia; el electrónico, en especial en el tema de semiconductores; y el químico-farmacéutico, pues muchos de los precursores que se usan para la elaboración de medicinas están centralizados en un solo mercado, lo que ha generado disrupciones e incremento en los precios para los consumidores.

Bajo este contexto, Carlos puntualiza la importancia de contar con una planeación estratégica de las empresas para que se optimicen los beneficios de relocalizarse y minimicen los riesgos de atravesar una recesión. 

A pesar de que cada proyecto es distinto y requiere un análisis detallado dependiendo de sus propios objetivos y peculiaridades, Carlos Sánchez menciona que se han identificado factores críticos que toda empresa debe considerar para invertir: en primer lugar, la diversificación de lugares de producción para mitigar los riesgos que ya fueron palpables en años pasados al concentrar los procesos de fabricación en zonas lejanas al mercado objetivo.  

En esa misma línea, enfatizó la importancia de tomar decisiones regionales sobre las globales, la cual es la base del nearshoring que permite disminuir tiempos logísticos y reducir la huella de carbono al trasladar la cadena de producción a un destino más cercano al mercado objetivo. 

Además, el factor humano y el acceso a talento capacitado representan un elemento vital para atraer inversionistas. En este sentido, podemos observar que México cuenta con ventajas estratégicas gracias a su bono demográfico y por esto se han registrado niveles bajos de desempleo, aunque surge un nuevo desafío: ¿Cómo escalar el talento para satisfacer la demanda? Nuestro país debe proveer capital humano capacitado para llevar a cabo actividades industriales.

Después está el acceso a infraestructura logística y energía, especialmente siguiendo las pautas de los criterios ESG (ambiental, social y de gobernanza, por sus siglas en inglés) para conservar los recursos de las generaciones futuras a través de la sostenibilidad, lo cual se erige como un indicador de calidad de las empresas que define su responsabilidad ante la sociedad.

Finalmente, es fundamental que el país garantice un ambiente óptimo para el establecimiento de nuevos negocios en cuestión de trámites burocráticos. Esto está conectado con qué tan amigables son los gobiernos para recibir inversión y responder a las necesidades de las empresas.

Se ha visto que el norte de México es el principal destino de esta ola de inversión por la proximidad con el mayor mercado de consumo del mundo, Estados Unidos, pero al final pesarán más los factores críticos que Carlos Sánchez Pavón señala, los cuales delimitarán la ubicación de las nuevas empresas establecidas en el territorio nacional. 

México tiene ante sí una gran oportunidad para hacer del nearshoring una herramienta de crecimiento económico… Esperamos en unos años confirmar que ésta fue aprovechada. 

Por Itziar Gómez Jiménez, Directora de la Agencia de Comunicación Plasmar