OMNIA

García Luna: alertas desoídas

El narcotraficante Arturo Beltrán Leyva acudía con frecuencia a la iglesia Esperanza de María en la Resurrección del Señor

OPINIÓN

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Eduardo R. Huchim / Omnia / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El narcotraficante Arturo Beltrán Leyva acudía con frecuencia a la iglesia Esperanza de María en la Resurrección del Señor, conocida como Nuestra Señora de Perisur y ubicada a unas cuadras de una oficina donde Genaro García Luna recibía mensualmente millonarios sobornos.

Tal entrega ocurrió a lo largo del sexenio de Vicente Fox. Entonces director de la AFI (luego sería secretario de Seguridad Pública con Felipe Calderón), García Luna y sus acompañantes eran recogidos por los narcotraficantes en el estacionamiento del Centro Comercial Perisur y llevados a esa oficina para recoger el dinero.

Todo ello lo relató Sergio Villarreal El grande ante el juez Brian Cogan, en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, y lo recogió el periodista Jesús Esquivel, corresponsal de la revista Proceso (shorturl.at/akAO7).

Ese y otros testimonios de El grande, en el juicio contra el ex secretario de Seguridad, parecen contundentes. Las relaciones que se atribuyen a García Luna con el Cártel de Sinaloa, que creció exponencialmente con el apoyo aportado por GGL, eran muy conocidas desde mucho antes de que fuera detenido en Estados Unidos.

En su sexenio, Felipe Calderón fue alertado, en reportajes periodísticos y en forma directa, sobre los nexos de García Luna con el narcotráfico. Funcionarios policiacos federales, jefes militares, jefes de la Drug Enforcement Administration (DEA) de Estados Unidos e incluso jerarcas eclesiásticos mexicanos alertaron directa o indirectamente a Calderón sobre ese tema, pero los ignoró a todos.

¿Significa esto que Felipe Calderón era también cómplice del narco y compartía los sobornos con García Luna? Lo obvio sería responder que sí, pero hasta ahora no se han presentado evidencias para llevarlo al banquillo de los acusados. Lo que el ex Presidente no podría racionalmente negar es que fue alertado oportunamente.

Hasta el mediodía del miércoles 26 de enero, lo único que se ha presentado en el juicio son testimonios. Pero como ha señalado el abogado defensor de García Luna, César de Castro, “no hay dinero, no hay grabaciones, no hay correos electrónicos, no hay evidencias creíbles de que (GGL) ayudó al Cártel de Sinaloa”. Y al aludir a fotografías del ex secretario con Barack Obama, Hillary Clinton y otros personajes, De Castro exclamó: "Este es el funcionario al que ahora quieren criminalizar con testimonios de las peores personas posibles y sin una sola evidencia". Calificó a los testigos de "secuestradores, asesinos, traficantes" y víctimas de la guerra contra el narcotráfico emprendida por Calderón.

En realidad, la defensa de García Luna tiene una ventaja: los acusadores deben probar la culpabilidad del acusado y convencer al jurado de que es culpable, pero -conforme al principio de presunción de inocencia-, la defensa no está obligada a probar su inocencia porque se le considera “not guilty” hasta que el jurado determine otra cosa.

Dicho de otro modo, la historia apenas comienza…

PLUS ONLINE: 16 millones en billetes de 20

Sin embargo, hay supuestos hechos narrados con tanto detalle por El grande que parecen muy reales, a menos que el testigo posea habilidades de novelista.

Uno de ellos es el ocurrido -dijo- en 2003 cuando utilizando información suministrada por García Luna, los Beltrán Leyva se apoderaron de dos toneladas de cocaína que pertenecía a sus rivales del Cártel del Golfo y la llevaron a una bodega de Cuernavaca, donde el jefe policial, acompañado de Luis Cárdenas Palomino, recibió entre 14 y 16 millones de dólares… en billetes de 20.

En el caso de los “decomisos” de droga, cártel y jefe policial habían acordado repartirse el botín en dos partes iguales, pero no de la droga, sino de su equivalente en dólares. En aquella ocasión, El grande asegura haber visto la entrega de cajas de cartón repletas con entre 700 mil y 800 mil billetes de 20 dólares. Y aportó un dato más: presente en el reparto, Arturo Beltrán Leyva le prestó una camioneta a García Luna porque en el vehículo de éste no cabían las cajas con el dinero.

Lo dicho: o El grande está diciendo la verdad o tiene imaginación de novelista. Comoquiera, habrá que ver si sus contundentes versiones pueden ser sustentadas con evidencias que presenten los fiscales. Ya se verá.

POR EDUARDO R. HUCHIM

@EduardoRHuchim

omniacolumna@gmail.com

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