COLUMNA INVITADA

Derecho de réplica, amparo

Estoy segura que en estos momentos donde son evidentes los actos de autoridad, es tiempo de ser valientes

OPINIÓN

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Xóchitl Gálvez / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hace unos días, un juez federal admitió el amparo para estudiar a fondo mi solicitud para que el Presidente Andrés Manuel López Obrador garantice mi derecho de réplica durante su conferencia “mañanera”

Con ello, se emplazará a la Presidencia de la República para que rinda su informe justificado del por qué se me ha negado ese derecho. Sin duda, es un gran paso para hacer valer la Constitución y los derechos humanos.

Una vez concluido el procedimiento, el juez emitirá su sentencia en la que resolverá si el Primer Mandatario violó o no mi derecho de réplica.

En estos tiempos en los que prevalece el poder despótico, esto podría sentar un precedente por el cual el Poder Judicial resuelva si la “mañanera” es un acto de autoridad, impugnable por vía de juicio de amparo o no.

Estoy segura, que en estos momentos donde son evidentes los actos de autoridad, es tiempo de ser valientes, por eso quiero hacer un reconocimiento a los jueces que han realizado su trabajo sin hacer caso a las presiones.

Willy Brandt, ex canciller de la República Federal de Alemania y Premio Nobel de la Paz en 1971 dijo que “permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen.” Por ello, no podemos permitir una sola injusticia, porque al hacerlo, condenamos a nuestros semejantes a sufrir otras violaciones a sus derechos.

Ahí es donde radica el enorme valor que tienen las leyes, las abogadas, los abogados, así como las juezas y los jueces. El Poder Judicial son la última línea de defensa de la Constitución, de nuestros derechos y, en última instancia, de la democracia.

Son una pieza fundamental en la búsqueda de un México más justo, apegado a la Constitución, respetuoso del Estado de Derecho y en el que rijan las leyes y las instituciones y no los actos autoritarios de una o un grupo de personas.

No es trabajo fácil. Mucha gente tiene miedo de levantar la voz y defender sus derechos y, de la misma forma, muchas abogadas y abogados prefieren no tomar casos que impliquen una confrontación con un poder que parece invencible.

Pero afortunadamente aún hay abogadas, abogados que han levantado la voz; que han interpuesto demandas; que han defendido a la justicia ante los tribunales y han logrado revertir decisiones administrativas, actos y leyes autoritarias, así como violatorias de los derechos humanos.

Tanto la justicia como la democracia dependen de la presencia y del trabajo incansable de abogadas y abogados capaces de defender la libertad de expresión, el derecho a un juicio justo, la certeza y seguridad jurídica, así como la igualdad ante la ley, entre otros muchos derechos.

Mi reconocimiento a los guardianes de la Constitución, de los derechos humanos y de la legalidad; su trabajo es esencial para garantizar que el poder sea ejercido de manera justa y equitativa.

POR XÓCHITL GÁLVEZ RUIZ
SENADORA DEL PAN
@XOCHITLGALVEZ

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