Manuel Ávila Camacho fue presidente de México de 1940 a 1946, era un militar destacado que participó en la Revolución y que después ocupó la Secretaría de la Defensa Nacional durante la presidencia de Lázaro Cárdenas, en aquella época en la que los militares podían participar en la vida política del país; aunque fue justamente él quien terminó la transición del liderazgo militar al civil, al igual que terminó con la confrontación contra el clero, revirtió el impulso de la educación socialista y restableció una relación laboral con los Estados Unidos.
En materia económica, Ávila Camacho es recordado por el “Modelo de Sustitución de Importaciones”: con la intervención del Estado en la economía se pusieron en marcha acciones para garantizar que la industria nacional pudiera desarrollarse sin competencia, poniendo límites a las importaciones y dando facilidades para la producción y venta de mercancía nacional al interior del país.
Además, se utilizaron medidas proteccionistas, es decir, que protegen a los productores nacionales de la competencia extranjera, como el cobro de aranceles en las importaciones y el encarecimiento de los productos extranjeros.
Este modelo fue el comienzo del famoso “Milagro mexicano” o “Desarrollo estabilizador”, que logró un desarrollo económico continuo para nuestro país hasta 1970, manteniendo la economía libre de topes como inflación, déficit en la balanza de pagos, devaluaciones y demás variables para lograr estabilidad macroeconómica.
Pues bien, en la pasada X Cumbre de Líderes de América del Norte celebrada el 10 de enero en la Ciudad de México, el presidente de nuestro país, Andrés Manuel López Obrador lideró la iniciativa de impulsar conjuntamente un modelo de sustitución de importaciones conformando un grupo que intentará construir un camino hacia la independencia energética e industrial.
"Acordamos fortalecer nuestras relaciones económicas y comerciales, para lo cual se creará un comité conjunto destinado a la planeación y a la sustitución de importaciones en América del Norte", dijo López Obrador. Mientras que Trudeau, el primer ministro canadiense señaló que en el bloque de libre comercio más grande del mundo se pueden construir grandes cosas que favorezcan a la región.
El grupo estará integrado por 12 especialistas (cuatro de cada país) para persuadir a empresarios, trabajadores y servidores públicos de la "trascendencia de unirnos en América del Norte". El presidente de México nombró a sus cuatro representantes: Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público; Raquel Buenrostro Sánchez, secretaria de Economía y Alfonso Romo Garza, en su carácter de empresario independiente y asesor de su gobierno. Este Comité trabajará también en materia de planeación para fortalecer las actividades productivas de la región, producir en América del Norte lo que se consume.
El canciller Marcelo Ebrard señaló que con la sustitución de importaciones México crecerá más de 2% adicional. “La meta sería que el 25% de lo que importan de Asia Estados Unidos, México y Canadá se produzca en Norteamérica. Para México significarían inversiones multimillonarias”.
Las principales importaciones de México vienen de los Estados Unidos (48.8%), pero de ahí siguen China (16.6%), Japón (4.4%), Corea (3.4%) Alemania (3.4%), después Canadá (2.5%), Malasia (1.6%) y Taiwán (1.6%). Por su parte, Estados Unidos depende en gran medida de China como su principal proveedor: China; le sigue México, Canadá, Alemania y Japón.
Habrá que darle seguimiento a los trabajos de este Comité, pero de entrada el término “sustitución de importaciones” nos lleva sí o sí a pensar en medidas proteccionistas, subsidios a algunas industrias, aumento de aranceles a los países con los que no tenemos tratados, prohibición a la hora de exportar ciertas materias primas o productos finales, lo que puede llevar también a un aumento en los precios de productos importados.
De los tres países, el principal beneficiado con un modelo de sustitución de importaciones es el nuestro, que ya está probando sus mieles a través del “nearshoring”, las empresas que se han instalado aquí y que según la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados “Desde la primera mitad del 2022, el sector industrial en México presentó una tasa de ocupación de 97% empresas principalmente asiáticas que han invertido más de 30 mil millones de dólares” para relocalizar sus fábricas de Asia a México, “lo cual ha agotado los espacios industriales en el norte del país”. Incluso hay empresarios de la industria maquiladora que aseguran que la mano de obra en los estados fronterizos se está agotando, y más si es mano de obra calificada.
Pues no me queda más que desear que la fortaleza de la zona T-MEC se traduzca en otro “milagro mexicano”, creando más y mejores oportunidades para todos y una estabilidad económica que nos permita seguir creciendo como nación.
POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA A.
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@ignaquiz
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