CONTRA LAS CUERDAS

AAPAUNAM asesora a Martha Rodríguez

La maestra veía venir un trancazo de la UNAM en su contra al haber aceptado que compartió la polémica tesis entre alumnos

OPINIÓN

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Alejandro Sánchez / Contra las Cuerdas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Maestra, ¿por qué no se había jubilado?—pregunto a Martha Rodríguez Ortiz, con 46 años de servicio en la UNAM y asesora de la polémica tesis de Yasmín Esquivel.

El aspecto de la profesora luce diferente al de la única foto de ella que circuló en los medios de comunicación durante las últimas semanas. No es la mujer obesa que hemos visto con cabellos largos y desaliñados. Esta vez se pasa una mano sobre el remolino de los cabellos cortos teñidos en tono rojizo y antes de contestar dice que su hija le encargó que se peinara para recibir a los de El Heraldo de México.  

—Mis alumnos son lo máximo, me alegra ver sus caritas porque son unos niños, me contagian con sus energías, con sus ganas de conocimiento. Había hablado con mi hija de eso, de la jubilación; ella me decía: “Mamá, ya no trabajes”. Y yo: “mija, es que ¿qué hago? ¿Quedarme en casa?”. Le había dicho que me diera unos tres años más, ahorita que, aunque ando mal de la rodilla, aún tengo fuerzas y lucidez.  

Estamos en el patio de su casa buscando sombra porque  los primeros rayos del sol caen con intensidad sobre la San Simón Tolnahuac, al norte de la Ciudad de México. Al lado se pasea el hermano de la maestra, un hombre de pelo cano, hace que riega las plantas de un mini jardin y como no queriendo se queda quieto para escuchar lo que puede de nuestra conversación.

A esa hora de la charla, la maestra no estaba segura, pero veía venir un trancazo de la UNAM en su contra al haber aceptado ante autoridades universitarias que compartió la polémica tesis entre alumnos, como lo hizo en otros casos, a manera de motivación y ayuda porque confiesa que la biblioteca no tenía libros, no había herramientas tecnológicas y además era muy joven y no tenía un método para llevar a los estudiantes hasta el final de la titulación.

—Todo dependerá del juicio, pero mañana tengo reunión con los de AAPAUNAM (organismo representativo de los académicos) para que me asesoren y me acompañen en el proceso porque me voy a defender— aseguró.

Poco antes mi compañera Sofía García platicó con ella:

—Dice que en el 85 presentó la entonces alumna Esquivel el proyecto de tesis. ¿Entonces, cómo fue que validó el mismo título y la misma tesis al alumno Edgar Ulises Báez?

—Lo que pasa es que en ese tiempo no había metodología actual para comparar las cosas y yo no noté esa similitud, la verdad. No me acuerdo de todo el proceso.

—¿Cuántas veces lo hacía?

—Casi en todos (los casos), hasta para demostrarles que una tesis se podía aprobar con más de 100 hojas.

—¿En algún momento vendió un proyecto?

—Por supuesto que no, nunca. Tengo más de 100 reconocimientos, me acaban de dar uno por ser la profesora más destacada, y ahora me castigan por ser la más destacada.

Suelta una sonrisa nerviosa, la maestra dijo para despedirse que cobraría medio año sabático que le deben y que se verá en los juzgados con las autoridades de la UNAM.

POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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@ALEXSANCHEZMX

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