Comienza el 2023 y junto con él una carga de pendientes en materia educativa que es necesario mencionar y resolver, pero hacerlo de verdad.
Por ejemplo, seguimos sin contar con una evaluación sobre cómo se encuentra el nivel de aprendizaje de los estudiantes. Decenas de maestros se quejan de que sus alumnos no aprendieron lo necesario con la educación en línea y llegaron con un enorme rezago a las aulas una vez que se relajaron las medidas sanitarias por el coronavirus.
Tampoco sabemos cómo va el tema de los planes de estudio nuevos que quiere implementar la 4T para la educación básica; recordemos que hace unos meses las autoridades educativas habían anunciado aplicar un programa piloto en 900 planteles con su nuevo plan de estudios, cosa que se quedó a medias debido al amparo de asociaciones civiles que consideraron que no era competente hacer algo de ese nivel.
Desconocemos si en verdad la nueva secretaria, Leticia Ramírez, ha dado el ancho para el cargo como secretaria de Educación Pública, cada vez son más las quejas que se tienen de los mismos trabajadores de la SEP que consideran que todo en la secretaría es un desorden, además de que la actual líder es desapegada de las instituciones que conforman a la SEP.
Falta, de igual manera, el censo de los estudiantes que están y de los que no regresaron a la escuela tras la pandemia por COVID-19, así como la situación que enfrentan las escuelas más lejanas. en cuanto a infraestructura y docentes; recordemos que muchos alumnos perdieron a sus maestros por la pandemia.
De ajustes a los presupuestos educativos ni hablamos, según la OCDE México es de los países que menos invierte en la educación de los mexicanos, comparado con los países que integran ese organismo, nos ubicamos en los últimos lugares. Sobre todo, la carencia en la inversión está en la educación básica. Y pese a que al nivel superior se le invierte más, no es suficiente para brindar una educación de calidad.
También es necesario saber cómo han funcionado los nuevos libros de texto que esta administración dispuso en las escuelas del país. Recordemos que fue todo un escándalo la propuesta que presentó la SEP de los libros que renovó, mismos que son criticados por especialistas en educación por la falta de información que manejan y por la baja calidad de sus ilustraciones.
En fin. Falta, falta, falta.
POR KARINA ÁLVAREZ
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