TRES EN RAYA

AMLO, metido de lleno en la sucesión de la UNAM

En este juego de la papa caliente, la que siempre ha tenido más que perder es la UNAM, pues el proceso para elegir al nuevo rector está en puerta

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La UNAM se encuentra entre la espada y la pared. En parte la propia institución se colocó allí; en otros sentidos no. Pudo, creo, haberse salido del laberinto antes, pero decidió no hacerlo. En mi opinión se equivocó. Y aquí, en esta columna, trataré de explicar el porqué no actuó más contundentemente y por qué a la fecha no lo ha hecho. Creo ese debe ser el asunto fundamental a debatir, más que entender la lógica de una mujer —me refiero a Yasmín Esquivel— cuyas acciones son a todas luces reprobables.

A TRAVÉS del caso Esquivel —más que CON este—, la UNAM pierde. En cuanto a lo segundo (“el con”), la desfachatez de la ministra plagiaria de sostener que ella no tiene nada de qué avergonzarse, el cinismo de López Obrador de defenderla y sostenerla *lo más posible?* para asegurarse de que vote en la Suprema Corte a favor del “Plan B” (vs el INE), y la tibieza del Rector Enrique Graue —y especialmente del Abogado General de la UNAM—, el pronóstico de lo que viene es desalentador para el país, vergonzoso para la máxima casa de estudios y una muestra más de que a este gobierno la honestidad le viene sobrando.

Pero lo interesante de todo lo que ocurre es precisamente “el a través del caso”. Es decir, cómo esto sucede en un momento particularmente difícil para la UNAM —proceso de sucesión en la rectoría— que naturalmente el jefe del ejecutivo federal aprovechará. Y es aquí donde la universidad pierde “de todas todas” pues Yasmín es la perfecta excusa para la injerencia del gobierno federal en una institución autónoma.

La UNAM pierde sea cual sea la decisión que tome respecto a retirarle o no el título universitario a la hoy ministra.

• Si no procede contra Yasmín por no enemistarse de lleno con la 4T y tratando de que gracias a ello, esta no se inmiscuya en el proceso interno de la UNAM, la rectoría queda mal con su comunidad.

• Si la rectoría y el Tribunal Universitario proceden y le quitan el título a Esquivel Mossa, la 4T se les echará encima, iniciando un proceso abierto que consiste en imponer al siguiente rector de la máxima casa de estudios. ¡Goooya!

• Si la UNAM da una nueva respuesta tibia, terminará con la respetabilidad social de la que goza, con su alto nombre, con la confianza de todos sus alumnos y egresados; además de convertirse en el hazmerreír de la 4T.

Y es que en este “juego de la papa caliente”, la que siempre ha tenido más que perder es la UNAM, pues el proceso para elegir al nuevo rector está en puerta y AMLO quiere ese botín para él. Eso es algo que todos sin excepción debimos haber visto venir desde muuuuucho tiempo atrás.

Seamos claros: al presidente le tienen sin cuidado la educación y la investigación. Tampoco ser egresado de la propia UNAM. Su única intención es capturarla como centro de adoctrinamiento, control, presión social, presupuesto…

La realidad es que el poder ejecutivo solapa la falsedad de su amiga; Esquivel se burla de la UNAM al hacerse la víctima del fraude que cometió; la institución castiga a la directora de tesis pero no a la tesista (como rectoría anunció apenas ayer). Todo este contexto indica que a estas alturas ya no importa que Graue cuide las formas, pues es absolutamente inviable que el gobierno no se meta en el proceso de sucesión de la universidad.

AMLO entrará hasta la cocina, independientemente de lo que pase con Yasmín y con la honorabilidad de la institución educativa.

Por ello, la disyuntiva de las autoridades de la institución entre evitar la intromisión cuatroteísta o ceder en autonomía, honorabilidad y prestigio es falsa. En todo caso, hace semanas ha quedado rebasada.

En mi opinión, para la rectoría son tiempos de definiciones; de anteponer la justicia y la verdad y no de “cuidar” la elección del rector. Enfocarse en esto último la vuelve comparsa de la trampa y el engaño.

Solo sentar un duro precedente en contra del plagio es lo que podrá generar voces de apoyo para la UNAM. Voces que después sirvan para apoyar una estrategia de defensa de la institución que corra por otra ruta.

Así como la 4T argumenta que terminar con la autonomía de la UNAM es salvarla de las fauces del neoliberalismo, yo me pregunto quién está pensando adecuadamente para salvar a la UNAM de las fauces del régimen federal.

La decisión del rector sobre el plagio de la tesis de Esquivel ha convertido este asunto en uno donde lo único comprobable es el miedo atroz a la pérdida de los privilegios (Esquivel a ser ministra, Graue a ser rector hasta el final de su mandato, los ministros a alzar la voz). El no querer enemistarse con AMLO es imposible, y las autoridades de la UNAM pagarán un precio muy alto por ser tibios y no querer defender el verdadero espíritu universitario.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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