En diálogo franco y abierto con las dirigencias de los partidos de oposición, representantes de las organizaciones sociales agrupadas en Unid@s, han reiterado el llamado a la unidad y la exigencia de apertura para definir el método de selección de candidatos y una propuesta de gobierno de coalición que responda a las grandes necesidades de la población.
Si bien es alentador el anuncio de coalición del PAN, PRI y PRD para las elecciones en el Estado de México y Coahuila el próximo 4 de junio; y de la Ciudad de México y presidencial en el 2024, lo cierto es que el acuerdo es claramente insuficiente para ganar, si no se consolida la unidad opositora y se suma al mayor número de fuerzas democráticas de la sociedad y de los partidos políticos.
Durante los últimos años se ha dado un gran impulso a las alianzas políticas y coaliciones electorales como método de participación democrática. Pese a que los resultados no siempre han sido satisfactorios, las fuerzas políticas han insistido en participar coligados en las elecciones y en acordar bloques de contención en la medida en que avanza la deriva autoritaria del gobierno.
Ante la atomización de las opciones políticas, el abstencionismo, el cuestionamiento a la legitimidad de origen y el efecto devastador para la gobernabilidad y la gobernanza en los gobiernos nacional y locales, las alianzas y coaliciones pueden ser la respuesta siempre y cuando las coincidencias trasciendan la etapa electoral y se concreten los acuerdos legislativos y de gobierno que den certidumbre y confianza a la ciudadanía.
Para lograr la mayor unidad y participación entre las fuerzas democráticas, es indispensable reconocer y asumir el desgaste de los partidos políticos y la falta de unidad entre las organizaciones de la sociedad civil, así como el agotamiento de métodos cerrados de selección de candidatos, que favorecen a aspirantes por amiguismo o complicidad política y que, salvo excepciones, carecen de representatividad, trayectoria ética y cercanía a las comunidades y localidades que dicen representar o que aspiran a gobernar.
Impulsar un método abierto para seleccionar a los mejores candidatos, propuesto por las organizaciones de la sociedad y acordado en mesas de diálogo con los partidos políticos de oposición, es el mejor camino para generar confianza, animar la participación de la sociedad y construir alternativas democráticas competitivas y con rentabilidad electoral para participar con éxito en las próximas elecciones.
Con base en la experiencia de otras naciones democráticas, diversas organizaciones han propuesto las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Si bien las restricciones legales de nuestro país impiden esta fórmula para los próximos procesos, nada impide el acuerdo político para abrir los procesos de selección de los partidos colgados a la más amplia participación ciudadana, a fin de validar la idoneidad y la rentabilidad electoral de quienes aspiren a representarnos en las elecciones constitucionales.
Luego de los encuentros entre las dirigencias de los partidos de oposición y las organizaciones sociales, crece la esperanza de concretar un nuevo acuerdo ciudadano y político para hacer frente, por la vía democrática, a una elección de estado que, por su dimensión, complejidad y alcance, habrá de definir el rumbo del país. Ante el riesgo autoritario, la única alternativa es por la democracia y las libertades.
POR MARCO ADAME
ANALISTA Y CONSULTOR POLÍTICO
@MARCOADAME
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