SILBATAZO INICIAL

La resurrección

Luis Quiñoñes ha perforado en tres ocasiones las metas rivales en dos partidos, contra Santos, tercer lugar, y el Pachuca, actual campeón. Tal parece que al estratega pampero Diego Cocca le gusta resucitar a elementos al borde de la perdición

OPINIÓN

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José Eduardo Iga / Silbatazo inicial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Estadio Universitario de Nuevo León. Era 2021, las ideas, falta de actualización, o la terquedad de Ricardo Ferretti para gestionar competencia interna en su equipo poniendo siempre a los mismos comenzó a hacer mella en el equipo, que se quedaba en el repechaje ante Atlas. La dirigencia felina sabía que era tiempo de renovar, hombres vienen, hombres van, la institución se mantiene.

Julián Quiñones había sufrido una lesión aparatosa que lo apartó mucho tiempo del terreno de juego. A su regreso, no sabía más que jugar a que le reboten ene cantidad de balones. La fanaticada lo llamaba El Raquetas. En su año de despedida, hizo solo dos goles en 24 partidos, lo que denotaba un rendimiento con tintes execrables. Fue así como el reciente bicampeón tapatío, Atlas, se fijó en él.

La historia dio un giro dramático. Diego Cocca lo hizo el jugador más importante de aquella plantilla. En su primera temporada jugó 45 partidos convirtiendo nueve goles y 15 asistencias, lo que le valió para ser considerado, incluso, en El Viejo Continente, más allá de que no se haya confirmado su salida. Además del tema futbolístico, el cafetalero arrastraba severos problemas de indisciplina, y ahora es un elemento que ha priorizado el accionar dentro del campo.

Luis Quiñones registraba entre encuentros oficiales y amistosos, hasta antes de arrancar el torneo, más de 20 duelos sin una asistencia y solo un gol. Esto le ganó la animadversión de la afición que veía como de modo inconcebible los técnicos dejaban en la banca a Florian Thauvin, un elemento campeón del mundo (Rusia 2018), y que además tenía estadísticas monstruosas, aunque jugara muy poco tiempo.

Dicen los más cercanos al círculo tigre, que con Miguel Herrera, los entrenamientos duraban alrededor de una hora y media. Con Diego Martín Cocca casi lo duplican, además de que es por todos conocido que las pretemporadas son de hasta tres sesiones diarias. También se ha visto algún video o foto de jugadores desayunando dentro del plantel, regla que el argentino ha impuesto. Diego le habría pedido a Quiñones que confiara en él y que recuperaría su mejor nivel.

El resultado, aunque es sumamente prematuro afirmarlo, se nota en la tabla de goleadores. Luis ha perforado en tres ocasiones las metas rivales en dos partidos, contra Santos, tercer lugar, y el Pachuca, actual campeón. Tal parece que al estratega pampero le gusta resucitar a elementos al borde de la perdición, y el idilio con el apellido Quiñones se manifiesta de manera tangible. Tigres lleva “chin…” de goles a favor (7) y solo uno en contra frente a dos ofensivas sumamente poderosas. De mantenerse en este esquema se confirmará como gran favorito al título, porque ahora sí, parece haber trabajo en San Nicolás.

POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA

MAAZ