COLUMNA INVITADA

Benedicto XVI, profesor, teólogo, Papa

Abordó con valentía y misericordia temas dolorosos en la Iglesia. Vino de visita a México en 2006

OPINIÓN

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Cecilia Romero / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ya por terminar 2022 murió el Papa Emérito Benedicto XVI, que había sorprendido al mundo con su dimisión en febrero de 2013, después de 600 años de papados vitalicios. Diez años vivió en silencio y oración el que es sin duda el teólogo más importante del siglo XX.  

La vitalidad que marcó el largo papado de Juan Pablo II, contrastaba con la aparente timidez de su sucesor Benedicto XVI cuando fue elegido en 2005.

Sin embargo, ambos personajes estuvieron unidos por largos años en estrecha colaboración al servicio de la Iglesia.

El Cardenal Ratzinger dirigió la Congregación para la Doctrina de la Fe a invitación del Papa Juan Pablo II en 1981, y desde esa importante posición asumió la defensa de la verdad contra lo que llamó ‘la dictadura del relativismo’. El Catecismo de la Iglesia

Católica, ‘norma segura para la enseñanza de la fe’, fue elaborado bajo su dirección en esa época.

Una de sus obras más conocidas es Introducción al Cristianismo (1968), que da respuesta a las interrogantes sobre la fe a través del análisis del Credo de los apóstoles. Ya siendo Papa publicó la trilogía Jesús de Nazareth, sobre la vida de Jesús. Fue profesor universitario durante 25 años, y lo siguió siendo siempre, en sus discursos, homilías y escritos  

Cuando fue elegido Papa se presentó ante el mundo como ‘un simple y humilde trabajador de la viña del Señor’. Durante su pontificado, acrecentó el acercamiento de la Iglesia con el mundo musulmán, estrechó la relación con la Iglesia perseguida en China, visitó campos de concentración en Polonia, dialogó con patriarcas de todas las denominaciones, reintegró al seno de la Iglesia a la Sociedad Pío X.

Benedicto XVI participó en las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia, Sidney y Madrid, rompiendo el mito de que no era atractivo para los jóvenes. Por cierto, fue sepultado vistiendo la casulla que usó en Sidney.

También abordó con valentía y misericordia temas dolorosos en la Iglesia, como la pederastia clerical y la corrupción en las arcas vaticanas, enfrentó la tentación de la Teología de la Liberación de ‘temporalizar el Reino de Dios’, salvando los aspectos positivos de esta corriente.

Realizó 25 viajes en los ochos años que duró su pontificado, incluido uno a México en 2006.  
Benedicto XVI publicó tres encíclicas, Deus caritas est, sobre el amor y la caridad, Spe salvi, sobre la esperanza, y Caritas in veritate, de carácter social.

La primera encíclica del Papa Francisco fue Lumen fidei, sobre la fe, de la que se dice que fue escrita ‘a cuatro manos’, ya que la empezó a escribir Benedicto y la concluyó Francisco.

El recién fallecido Papa deja a la Iglesia y a la humanidad un inmenso legado en el campo de la teología.  En sus numerosas obras aborda sobre todo la correcta articulación entre la fe y la razón, en una búsqueda comprometida y apasionada de la verdad.    
Joseph Ratzinger trabajó por ‘mejorar al mundo con la fuerza suave de la verdad’.  

¡Descanse en paz!

POR CECILIA ROMERO CASTILLO
COLABORADORA
@CECILIAROMEROC

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