CONTRA LAS CUERDAS

Alito, el conejillo de Adán

La acción de acercarse al presidente nacional del PRI, para susurrarle al oído, marcó la ruta de la peor crisis que está viviendo Va por México

OPINIÓN

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Alejandro Sánchez / Contra las Cuerdas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Alejandro Moreno se convirtió en el conejillo de indias --como se le dice en ciencia al experimento en humanos-- de Adán Augusto López: el secretario de Gobernación puso en marcha sus dotes en el manejo comunicacional y operación política para arrodillar ante la vista de todos a uno de los principales adversarios de la coalición Va por México.

La acción, al parecer deliberada del funcionario federal, el 1 de septiembre al acercarse al presidente nacional del PRI para susurrarle al oído mientras se dejaba grabar con los celulares de sus compañeros y era captado en el salón de plenos por las cámaras del Canal del Congreso, marcó la ruta de la peor crisis que está viviendo la asociación que sostienen el tricolor, PAN y PRD.

En su trayecto como corcholata del Presidente López Obrador para buscar la presidencia de la República en 2024, Adán Augusto López empieza a manejar los símbolos y se mediatiza con estilo tabasqueño que llevó a Andrés Manuel a las grandes ligas de la popularidad. En un contexto en el que además el ex senador de nariz grande recupera las facultades plenipotenciarias en el manejo de la política interior, mostró sus habilidades para administrar el peso del poder para doblar a su enemigo.

El susurro al oído vino acompañado unas horas más tarde de la instalación de la Sección Instructora para discutir el desafuero de Alejandro Moreno, el retiro del priismo de todas las reservas en la madrugada del viernes para no contradecir el proyecto de Morena para que la Guardia Nacional pertenezca al Ejército, así como la presentación de la inesperada propuesta de Yolanda de la Torre, que más tarde el líder priista defendería con especial interés y como si fuera suya, para suspender momentáneamente la coalición Va por México.

Adán Augusto López es el artífice de la estrategia de intimidación para que saliera con éxito y terminar humillando a Alejandro Moreno. Finalmente resulta irrelevante la propuesta para aumentar de cinco a nueve años la presencia del ejército en la calle: la mayoría del tricolor en el Senado, en esta ocasión no está de acuerdo con el líder nacional, por lo que el coordinador Miguel Ángel Osorio Chong obtuvo el respaldo de sus compañeros para frenarla en caso de que llegue a la Cámara alta.

En los últimos días el secretario se dejó ver en varias reuniones con Ignacio Mier, coordinó a la principal verduga del priista para que Layda Sansores, gobernadora de Campeche, le diera una tregua y en los martes de jaguar descansaran los audios de Moreno tras más de cuatro meses de provocar escándalos por los recursos ilegales del político para ejercer el poder. Así logró uno de los impactos mediáticos que no se habían visto a ningún otro funcionario del gabinete.

Los competidores internos de Morena por la presidencial deberían reconocer que la jugada le salió muy bien al inquilino de Palacio de Covián, por lo que Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, si quieren ganarle, deberán hacer mucho más que tik toks simples. Alejandro Moreno se convirtió en el experimento de Adán Augusto para mostrar una crónica real de cómo doblar enemigos sin decir una sola palabra, algo que solo a López Obrador solía salir muy bien.

UPPERCUT: La denuncia de Araceli García Rico y Diana Verónica Santillán ante derechos humanos del IPN fue la punta del iceberg para evidenciar el recorte de horas de trabajo, hostigamiento laboral y denuncias de abuso sexual que llevó a paro a sietes escuelas del instituto.

POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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@ALEXSANCHEZMX

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