ORBITANDO

Nueva Constitución, bajo fuego

Los chilenos tienen mañana una cita con su historia y futuro, están convocados para votar en un plebiscito

OPINIÓN

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Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los chilenos tienen mañana una cita con su historia y futuro, están convocados para votar en un plebiscito que avale o rechace una nueva Constitución, que da la posibilidad de borrar la herencia represora del dictador Augusto Pinochet, lo singular es que la propuesta no goza de la simpatía de las mayorías.  

El estallido social en 2018, tras el aumento de precio del boleto del Metro en Chile, fue el detonante que impulsó un movimiento social para modificar la actual Constitución, pero un bloque importante de la sociedad no ve con buenos ojos el cambio constitucional, por el contrario 56% repudia su aprobación. 

El "rechazo" está respaldado por múltiples factores, entre ellos, la fase de desaceleración de la economía, un ambiente político muy crispado, y una exitosa campaña de quienes se oponen a la nueva Carta Magna, de una nación que ha sido llamada la Suiza de latinoamérica, por su estabilidad financiera. 

La nueva Constitución busca modificar el actual Estado reducido, que prioriza la inversión privada, por un Estado de bienestar; con una batería más amplia de derechos fundamentales. Esta última mención ha sido el punto de quiebre en Chile, por la creciente desigualdad social. 

Entre las propuestas más polémicas están la "plurinacionalidad", o reconocimiento de diferentes naciones indígenas y pueblos originarios; la instauración de un Consejo de la Justicia en vez del Poder Judicial, con una justicia especial indígena y el derecho al aborto. 

La Convención Constituyente, elegida por votación popular, otorga escaños a los mapuches, quienes en su momento han sido considerados terroristas, es un punto medular en el rechazo a una nueva Carta Magna junto con la paridad de género. 

Chile pasó –en tan sólo dos décadas– de ser uno de los países más conservadores de la región, con el divorcio y cualquier tipo de aborto prohibidos, a escribir una de las constituciones más feministas del mundo. 

Si bien muchos países han incluido algunas cláusulas de género en sus leyes fundamentales, ninguno ha abordado el tema de manera tan integral como Chile, en cuya propuesta al menos 36 de los 388 artículos hablan de feminismo, según ONU Mujeres. 

Pero las afirmaciones falsas sobre la nueva Constitución viajan tres veces más rápido en Twitter que las noticias de los medios tradicionales, en el marco de una campaña por parte de los grupos de derecha que se resisten a que las cosas tomen un nuevo rumbo.  

Los ataques se han caracterizado por una intensidad creciente y un efecto acumulativo en la confianza pública. Meta, matriz de Twitter y Facebook, señalan que ha estado trabajando con el gobierno de Gabriel Boric, para ayudar a detener la propagación de información errónea, pero quizá sea demasiado tarde. 

Lo real es que los chilenos están muy polarizados ante lo que sucederá el próximo domingo, la balanza se inclinará por el número de personas que salgan a votar. Por el momento parece que el "no" lleva la delantera, aunque nada está escrito, y la Constitución de 1980 heredada por Pinochet puede tener también las horas contadas. 

POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR

ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

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