COLUMNA INVITADA

Se buscan mujeres como directoras de empresas

Uno de los datos más relevantes es que entre los países de la OCDE, México se colocó como el cuarto país con menor presencia de mujeres en los consejos de administración de empresas del mercado de capitales, con un tan solo un 11% de participación, un punto porcentual mayor respecto al año anterior

OPINIÓN

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Itziar Gómez / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El miércoles pasado tuve el gusto de asistir a la presentación del estudio “Mujeres en las empresas: impulsoras del cambio”, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del IPADE Business School.

La investigación arrojó datos muy interesantes sobre la participación de las mujeres en puestos de alta dirección en 2021 y reafirmó que este continúa siendo un gran desafío para nuestro país.

Se analizaron un total 182 empresas (86 del mercado de capitales, 53 del mercado de deuda y 43 de ambos mercados) listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa Institucional de Valores (BIVA).

Uno de los datos más relevantes es que entre los países de la OCDE, México se colocó como el cuarto país con menor presencia de mujeres en los consejos de administración de empresas del mercado de capitales, con un tan solo un 11% de participación, un punto porcentual mayor respecto al año anterior.

Es preocupante que, de seguir con esta tendencia de avance, lograríamos alcanzar la paridad hasta 2057. De hecho, solo hay una mujer por cada 10 integrantes en los consejos de administración.

En cuanto a las empresas del mercado de deuda, se encontró una representatividad femenina del 13%, el cual, si bien es un porcentaje mayor, sigue estando muy por debajo de lo deseado.

Llama la atención que en el mercado de capitales no existe ninguna empresa que tenga 40% o más mujeres en su consejo de administración, mientras que, en el mercado de deuda, solamente el 3% lo tiene.

Por otro lado, solo el 12% de las personas que ocupan puestos en direcciones relevantes (dirección general, finanzas y jurídica) son mujeres. Del total de empresas analizadas, solo 7 (el 4%) tienen a una mujer en su dirección general.

La participación de mujeres en las direcciones relevantes por sector es similar a lo que ocurre en los consejos de administración, ya que se concentra en los servicios financieros.

Otro de los hallazgos es que conforme aumenta el nivel jerárquico en las empresas disminuye la participación de las mujeres.

La representación de mujeres en la plantilla laboral total es de 36%. La dirección jurídica tiene una representación de 21%; sin embargo, esta cifra cae a 10% en la dirección de finanzas y a 4% en la dirección general.

¿En qué afecta esta baja representación de mujeres en puestos de liderazgo? ¿Por qué es necesario aumentar su participación?

Durante su intervención, la Dra. Yvette Mucharraz, directora del CIMAD, nos compartió que distintos estudios han demostrado que incluir mayor número de mujeres en estos cargos mejora el desempeño financiero de las empresas; genera condiciones laborales más equitativas y abiertas a temas como la conciliación familia-trabajo; además de que crea una cultura laboral más inclusiva que favorece la resiliencia.

Por su parte, Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del IMCO, externó que a pesar de la importancia de tener diversidad en los puestos de liderazgo, 123 de las 182 empresas analizadas no tienen mujeres en ninguna dirección relevante (7 de cada 10), perdiéndose la oportunidad de considerar perspectivas distintas que permitirían innovar tanto al interior como al exterior.

Esto datos muestran la urgente necesidad de aprovechar el talento de las mujeres en la toma de decisiones para detonar beneficios económicos e impulsar el desarrollo de la sociedad.

Entonces, ¿qué podemos hacer para impulsar y acelerar la paridad en todos los niveles?

Las tres prácticas más frecuentes que ya se están empleando para avanzar en la igualdad de género son: capacitación continua en estos temas, políticas de diversidad y programas de liderazgo para el talento femenino.

Otras sugerencias que plantea el estudio son: generar datos con perspectiva de género para guiar la implementación de estrategias de inclusión, impulsar políticas vida-trabajo, construir un semillero de talento femenino, fomentar la colaboración entre la academia y el sector privado e impulsar las inversiones con enfoque de género.

Como dato adicional, cabe destacar que nuestros socios comerciales del T-MEC, Estados Unidos y Canadá, tienen porcentajes de alrededor de 30% en materia de inclusión femenina en los consejos de administración. Para lograr el incremento en esta proporción, ellos han implementado programas de promoción de balance vida- trabajo, además de estrategias de flexibilidad laboral.

Sin duda, la presentación de este estudio no solo reveló las inmensas oportunidades que existen para las mujeres, sino que dio luz sobre los impactos positivos de contar con fuerza laboral femenina en puestos de liderazgo, ya que esto mejora el desempeño financiero, la rentabilidad y la competitividad.

Hay estudios que muestran que las empresas con una mayor representación de las mujeres obtienen mejores rendimientos de las inversiones y márgenes de ganancia, además de que logran mejores estrategias de negocios, ambientes laborales más agradables, una menor rotación y un mayor compromiso del personal.

Aunque en comparación con los resultados del año pasado, hay un aumento en la inserción de mujeres en puestos de alta dirección, todavía no estamos donde queremos llegar. Sin embargo, estoy segura que pronto estaremos ahí, pues las mujeres somos, como dice el estudio, impulsoras del cambio.

POR ITZIAR GÓMEZ JIMÉNEZ
DIRECTORA DE PLASMAR COMUNICACIÓN

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