LA NUEVA ANORMALIDAD

Una mala, una regular y una buena en cultura

En el proyecto de PEF 2023, Chapultepec sigue suponiendo el rubro más importante; IMCINE tuvo un aumento; México será sede de Mondiacult

OPINIÓN

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Nicolás Alvarado / La Nueva Anormalidad / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La mala

En el proyecto de PEF 2023, el Proyecto Chapultepec –cuyo vínculo con la cultura es cuando menos cuestionable y que en todo caso plantea la construcción de infraestructura cultural en la demarcación que más la concentra en el país– sigue suponiendo el rubro más importante de la partida Cultura: 23 por ciento, o 3 mil 670 millones de pesos –que podrían haber sido destinados a creación y producción– asignados a un capricho centralista.

La regular

Aunque en porcentajes menores, varias dependencias de cultura profundizan su recorte, y otras conocen incrementos tan mínimos –0.8 por ciento al CCC, 0.6 a Estudios Churubusco, 0.3 al INALI, 0.3 a Canal 22– que vale anticipar la continuación de su asfixia presupuestal. Más esperanzador resulta un incremento notable al IMCINE (38.8%) y uno no desdeñable al INAH (12.5%).

En términos generales, el ramo Cultura conoce un aumento del 0.9 por ciento: ni la séptima parte de la inflación. Siquiera la partida no disminuyó aún más.

La buena

Este 28 y 29 de septiembre, México será sede de la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales Mondiacult, promovida por la UNESCO y la Secretaría de Cultura. Su primer antecedente es una cumbre celebrada en nuestro país en 1982, que resultó en la Declaracio´n de la Ciudad de Me´xico sobre Poli´ticas Culturales, artífice del consenso global sobre una definición de cultura que trasciende las artes para revestir un cariz no sólo antropológico sino filosófico, y que prefigura los derechos culturales como consustanciales a la democracia, postula la cultura como factor de desarrollo, y propugna por la promoción de identidades culturales plurales. A ella habría de seguir otra, celebrada en Estocolmo en 1998, que resultó en la Declaración Universal sobre Diversidad Cultural de 2001 y la Convención para la Promoción y la Protección de la Diversidad de las Expresiones Culturales de 2005.

Con la asistencia de ministros de Cultura de 193 países, la cita mexicana tiene ya una agenda alentadora: reflexionar sobre poli´ticas culturales de cara a la transformacio´n digital y el cambio clima´tico, y poner en valor la capacidad de la cultura para generar resiliencia, bienestar y prosperidad. Con la sostenibilidad y el futuro de la economi´a creativa entre sus ejes, y el anuncio de que de ella habrá de resultar una nueva declaracio´n ministerial, la cumbre promete impulsar una visión de la cultura como factor de desarrollo tanto social como económico.

La iniciativa es no sólo loable sino osada cuando el proyecto de presupuesto asigna a Cultura poco menos del 0.2 por ciento (frente a la recomendación de la UNESCO del 1 por ciento). Pueda visibilizar la importancia social y económica de la cultura, llamar la atención de una cabeza del Ejecutivo y unas autoridades hacendarias que siguen sin entenderla.

POR NICOLÁS ALVARADO
COLABORADOR
@NICOLASALVARADOLECTOR

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