COLUMNA INVITADA

México necesita desarrollo y planeación: Urgen proyectos transexenales y voluntad política

Desde hace muchas décadas, múltiples analistas y expertos en temas de la teoría del Estado

OPINIÓN

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Luis Miguel Martínez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Desde hace muchas décadas, múltiples analistas y expertos en temas de la teoría del Estado han emitido muchos diagnósticos acerca de lo que le haría falta a México para ser una potencia económica y no solamente un país en vías de desarrollo. Al respecto, muchas son las causas que podrían explicar lo que se menciona.

Por ejemplo, la debilidad institucional en el país se traduce en falta de incertidumbre hacia nuevos inversionistas que desean colocar su dinero en el mercado nacional, pero que son ahuyentados por un sistema judicial y burocrático, que impide, que los trámites para abrir un negocio o la certeza legal para que los acuerdos establecidos en un contrato puedan ser honrados y cumplidos con total certeza y confiabilidad.

En este mismo orden de ideas, en días recientes el empresario Carlos Slim Helú, participó, después de 5 años de no hacerlo, en el evento México Siglo 21, organizado por la fundación Telmex Telcel. Ante 10 mil asistentes, Slim habló sobre una gran variedad de temas relacionados con la economía, el emprendimiento y la situación del mundo y del país. A pregunta expresa, se refirió a lo que necesita México para ser una potencia mundial, al ser una de las preguntas más recurrentes en el evento.

La respuesta ante dicha interrogante fue contundente, pero esclarecedora: “México necesita no cometer errores para ser una potencia mundial”.

La respuesta parece simplista y evasiva, pero no lo es, el multimillonario profundizó mucho más allá, sobre lo que debe hacer la nación para llegar a las primeras ligas de la economía global, y mencionó varios elementos que han sido decisivos en un pasado para establecer una ruta errónea.

El empresario hizo una remembranza de lo que fue el Desarrollo Estabilizador al que llamó “Época de oro”, y dejó ver que después de dicho periodo las oportunidades para llegar a ser potencia mundial se mantuvieron, pero no se aprovecharon.

“En la historia de México han habido muchos sexenios de abundancia de recursos, que no hemos sabido utilizar. O sea, hubo una época de oro, que se llamó el Desarrollo Estabilizador, durante la cual, a lo largo de 12 años, crecimos al 6.8 por ciento anual, con inflación de 2.5 por ciento, una inflación, yo creo que similar a la americana. De 1958 a 1970, crecimos al 6.8 por ciento cada año, con una inflación baja...fue esa una época de sustitución de importaciones.

Ayudaba el turismo, no había las remesas de ahora, después los gobiernos posteriores, desgraciadamente, no quiero criticar a ninguno, sino decir que muchos de ellos tuvieron la oportunidad primero, de conservar ese crecimiento; segundo, de aprovechar también en ese crecimiento el petróleo que subió de precio, el petróleo creo que valía 3 dólares en 1972, antes de la OPEP, la OPEP se formó en 1973, y subió a 40, y nosotros teníamos mucho petróleo “.

De acuerdo con la visión del dueño de Grupo Carso las décadas que continuaron, registraron igualmente niveles de abundantes ganancias por el concepto de energéticos, promisorios para el país, pese a ello, el destino de estos recursos nunca se supo y en todos los casos, la infraestructura urbana y estratégica de México, no se veía reflejada con estas ganancias obtenidas en dicho sector.

Sin mencionar nombres, pero con ejemplos muy concretos, refirió que los errores en materia de administración pública en el sector energético han sido la piedra angular desde la que se puede explicar el enorme retroceso que México, aún tiene en nuestros días.

“Yo creo que nos hemos equivocado mucho. Por ejemplo, hubo un sexenio, no doy nombres, en el que entraron por concepto de petróleo 460 mil millones de dólares, ¿dónde están?, ¿qué hicimos con ellos?, botarlos. El petróleo se fue a 150 dólares, producíamos 3 millones 300 mil barriles diarios, pues eran 400 millones de dólares diarios de ingresos. Entonces yo creo que son los errores que hemos cometido”.

Estos ejemplos, aunado a los factores externos han traído consigo muchos problemas que al final solamente han logrado confirmar la falta de planeación y de un proyecto de nación transexenal, en donde, sin importar el partido gobernante, se pueda dar continuidad y evaluar las políticas públicas que se implementen para modificarlas o mantenerlas.

Todo esto, daría como resultado, un fortalecimiento institucional, que sin importar la existencia o no, de un liderazgo político fuerte, la simple existencia de este tinglado de instituciones serviría para dar soporte y rumbo al país. México efectivamente ha perdido muchas oportunidades de crecer económicamente de manera importante, y las ha perdido, porque no ha sido capaz de administrarse de manera eficiente, sin una visión estratégica de futuro, pero también, las ha perdido por la terrible impunidad para sancionar a los malos servidores públicos que se sirvieron de las arcas del erario para su propio beneficio y hasta ahora, no han devuelto nada de lo sustraído a la nación. Urge eliminar la impunidad en el país.

También es vital la planeación y voluntad política, para establecer una ruta de nación que aglomere a todos los mexicanos, detrás de una serie de objetivos nítidos, que lleven a la nación hacia horizontes más fructíferos.

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

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