DIPLONOTAS

Asamblea General de la ONU

Las crisis internacionales revisten una mayor complejidad y no se resuelven con soluciones milagrosas

OPINIÓN

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Beata Wojna / Diplonotas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Aunque ya es muy desgastada y sus resoluciones revisten una importancia más simbólica que práctica, la reunión de septiembre de la Asamblea General de la ONU es un acontecimiento que no se puede ignorar. Se trata de uno de los puntos cardinales de la rutina internacional que, desde hace más de siete décadas, refleja las luces y las sombras de las relaciones internacionales que se mueven al ritmo de una convivencia de los 193 países miembros de esta organización.

Siempre implica una movilización extrema de las representaciones diplomáticas acreditadas ante la ONU. Ahora bien, el 77 periodo de sesiones de la Asamblea General que se inaugura en Nueva York  hoy martes 13 de septiembre y finaliza en dos semanas, se desarrollará en un ambiente mucho más complicado que las reuniones de los últimos años. Los ecos de la guerra de Rusia contra Ucrania, y de la rivalidad entre Estados Unidos y China, se escucharán en cada discurso pronunciado por los representantes de los países reunidos en el debate general (20.09-26.09), que transcurrirá bajo el lema “Un momento decisivo: soluciones transformadoras para desafíos interrelacionados”.

Todos se preparan para esta confrontación diplomática. Ucrania ya anunció que presentará la propuesta de resolución condenatoria de la invasión rusa para someterla a votación. Si se aprueba, sería ya la cuarta resolución contra Rusia en este año, así que los diplomáticos rusos no escatimarán esfuerzos para bloquearla.

La naturaleza de la Asamblea General de septiembre es que en la agenda siempre hay temas para todos. En esta ocasión, habrá espacio dedicado a recordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (19.09), la Declaración sobre los derechos de las minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas que cumple 30 años (21.09), y el Día Internacional para la Eliminación de las Armas Nucleares (26.09). Un punto relevante es la Cumbre para Transformar la Educación (19.09) convocada por el Secretario General para buscar soluciones al retroceso educativo provocado por el tiempo de la pandemia.

La Asamblea General es el campo bien conocido para la diplomacia mexicana que se ha especializado en lo multilateral. Como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, México ha logrado canalizar hacia este órgano temas relevantes que desembocaron en la resolución sobre el acceso universal a las vacunas y la humanitaria que exige a Rusia el cese inmediato de hostilidades. Lo que no ha funcionado es el Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar que el Presidente mexicano propuso en noviembre de 2021.

El mismo destino le espera seguramente a la idea de Andrés Manuel López Obrador de una tregua mundial de cinco años para permitir la recuperación económica de los países y la mediación del papa Francisco, Nerendra Modi, de la India y de la ONU en la guerra. El representante mexicano la planteará en pocos días en Nueva York. Desafortunadamente, las crisis internacionales revisten una mayor complejidad y no se resuelven con las soluciones milagrosas.

POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES EN EL TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA

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