COLUMNA INVITADA

Remesas “históricas” no son logro, sino fracaso

El tema migratorio es fundamental para las aspiraciones de Estados Unidos con su elección intermedia, y México está lejos de tener una situación ideal en esa materia

OPINIÓN

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Georgina Trujillo / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La relación entre Estados Unidos y México es tan profunda, que resulta complicado abordar cualquier tema bilateral desde un sólo enfoque. Desarrollo Económico, Libre Comercio, Migración, Seguridad, Armas y Crimen Organizado son problemáticas que desdibujan sus límites a la luz del análisis social y político.

Lo que aqueja a la nación vecina suele aquejar también a México. Nuestro país es sensible tanto a la desaceleración de la economía estadounidense como a sus periodos de crecimiento. Por eso, es natural que su estatus como el mercado más grande del mundo nos convierta en antesala de millones de migrantes que buscan entrar a Estados Unidos de manera ilegal.

Seguramente este será uno de los temas centrales en la agenda del Diálogo Económico de Alto Nivel que sostendrán el secretario de Estado, Antony Blinken, con el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard.

Se acercan las elecciones de medio término en Estados Unidos, y el Partido Demócrata —el que gobierna— llega debilitado y desesperado por una acción política que les sume votantes. El tema migratorio es fundamental para sus aspiraciones. Y nuestro país está lejos de encontrarse en una situación ideal en materia migratoria.

El relajamiento del confinamiento por la pandemia trajo consigo un éxodo de ciudadanos mexicanos en la necesidad de buscar mejores oportunidades fuera del país. En total, el fenómeno migratorio ha crecido en 60 por ciento.

Entre octubre de 2020 y septiembre de 2021, 608 mil mexicanos fueron detenidos en la frontera. La mayoría de esos connacionales provienen de estados como Zacatecas, Michoacán, Oaxaca y Nayarit, todos gobernados por Morena.

La migración es uno de los mayores ejemplos de que las políticas públicas implementadas durante la pandemia en materia de economía fueron un rotundo fracaso.

Cerca de 12 millones de mexicanos dejaron la fuerza laboral durante 2020 y 2021. Sencillamente, se quedaron sin oportunidades.
Hoy, más de 30 millones de mexicanos —más de la mitad de la población activa en México— laboran en la informalidad, y más de 1 millón de PyMes han quebrado desde 2020 a la fecha.

Es urgente para nuestro país atraer y fomentar inversión, tanto extranjera como nacional, pero el Presidente vive en otra realidad.

Las diferencias ideológicas de este gobierno con el sector privado han provocado una salida masiva de capitales en el mercado mexicano.

Tenemos a una generación de connacionales viviendo en la precariedad, sin ahorros, sin fondos para el retiro, sin seguro médico, casa o carro propio. La única respuesta para muchos es probar suerte en Estados Unidos, en todo tipo de oficios y labores físicas.
El aumento histórico de las remesas y nuestra dependencia de ellas es una muestra del gran fracaso en la política económica de nuestro gobierno, así como de su incapacidad de darle oportunidades de crecimiento a sus ciudadanos dentro de nuestro país.

Que el Presidente disfrute presumirlas como un logro de su gobierno es sólo una muestra de cuánto ignora sobre éste y tantos otros temas que le conciernen.

POR GINA TRUJILLO
COLABORADORA
@GINATRUJILLOZ

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