CUERPO Y ALMA

Felices fiestas matrias

La matria no pretende confrontarse con la patria, sino conciliar para igualar oportunidades y derechos. Así como en nuestros cumpleaños damos espacio a la reflexión personal, este 16 de septiembre es buen momento para preguntarnos cómo mejorar la comunidad tan heterogénea que llamamos México

OPINIÓN

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María Elena Esparza Guevara / Cuerpo y Alma / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¿La patria es patriarcal? Por su origen etimológico, este concepto que en unos días nos dará pretexto para echarnos unos tequilitas al calor del pozole con mariachi se refiere a la tierra de los ancestros. Es decir, es un sustantivo femenino.
 
En su nombre, sin embargo, históricamente se ha normalizado una gran variedad de violencias patriarcales para excluir a los diferentes y someter al enemigo, que desde las primeras civilizaciones solía ser el extranjero. El hijo de otra tierra.
 
Por eso, actualmente, desde algunos feminismos se propone una deconstrucción conceptual, política y académica que resulta en la matria, reivindicadora del respeto, inclusión y solidaridad como base de toda interacción social. Según la Real Academia de la Lengua el término no existe, pero es indudable que ya circula como otra forma de comprender la identidad.
 
Cuando Virginia Woolf escribió "Como mujer no tengo patria, como mujer no quiero patria. Como mujer, mi patria es el mundo” se refería a la necesidad de trascender los límites y fronteras que nos fijan los acuerdos culturales para experimentar en plenitud la libertad, que es un derecho humano. 
 
Más allá de las naciones en los mapas, sostengo que en las dinámicas de la realidad hay países de hombres y de mujeres dentro de una misma frontera territorial. Son pruebas el 25% menos que gana una mujer frente a su colega hombre por el mismo trabajo, según CONEVAL, o el cambio en las dinámicas corporales —vestimenta, movimientos, horarios de actividad— que imponen los riesgos para las jóvenes en el espacio público.
 
La matria no pretende confrontarse con la patria, sino conciliar para igualar oportunidades y derechos. Así como en nuestros cumpleaños damos espacio a la reflexión personal, este 16 de septiembre es buen momento para preguntarnos cómo mejorar la comunidad tan heterogénea que llamamos México.
 
Está bien incluir a Josefa Ortíz de Domínguez y a Leona Vicario en el ritual del Grito de Independencia, pero mucho más productivo es asumir que las niñas de hoy son las  madres de la patria. Podemos fomentar su empoderamiento temprano, estimular su educación sin currículum oculto y dejar que jueguen a su gusto.
 
Hace poco, vi a tres niñas en una reunión sabatina de jardín con sus ligeros vestidos de princesas quitarse los zapatos y correr a brincar en el lodo que les regaló la lluvia. La alegría de sus abuelas ante la escena lo dijo todo. 
 
Felices fiestas patrias... ¡y matrias!

POR MARÍA ELENA ESPARZA GUEVARA
FUNDADORA DE OLA VIOLETA AC
@MAELENAESPARZA

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