COLUMNA INVITADA

El ajedrez de la crisis energética global

El acuerdo de los ministros de finanzas de las economías más importantes de Occidente, Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido y Canadá, más Japón, pondrían un límite al precio del crudo ruso que oscilaría entre los 40 y los 60 dólares

OPINIÓN

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Manuel Rodríguez González / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los principales actores involucrados en la crisis energética global ante la inminente temporada invernal están moviendo sus piezas en el complejo e intrincado tablero geopolítico para salvaguardar sus intereses y seguridad energética; de esta manera, los países del G7, pactaron el 2 de septiembre, un tope a los precios del petróleo y combustibles rusos, que en principio entrará en vigor a partir del 5 de diciembre y el 5 de febrero de 2023. Estas fechas previstas para contener los precios del petróleo ruso están alineadas a la instrumentación del sexto paquete de sanciones de la Unión Europea (UE), que incluye la prohibición de las importaciones de petróleo crudo suministrado por vía marítima y de productos petrolíferos rusos.

El acuerdo de los ministros de finanzas de las economías más importantes de Occidente, Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido y Canadá, más Japón, pondrían un límite al precio del crudo ruso que oscilaría entre los 40 y los 60 dólares. Un comunicado conjunto del G7, ha señalado que los objetivos del acuerdo son reducir los ingresos de Rusia y sus recursos para financiar la guerra con Ucrania, y limitar el impacto de la guerra en el mundo, sobre todo en los países de bajos ingresos; por su parte, la presidenta de la UE, Ursula von der Leyen, ha planteado incluir en los topes de precios al gas suministrado por los gasoductos rusos.

En este ajedrez geopolítico, el presidente ruso, Vladimir Putin, dejó claro que sí la UE y los países del G7 imponen topes a los precios del petróleo y del gas natural: “no suministraremos gas, petróleo, carbón, gasóleo de calefacción, no suministraremos nada”; esta declaración estuvo acompañada del anuncio del cierre indefinido del flujo del gasoducto Nord Stream 1.

Esto puede poner en jaque al suministro de gas a la UE en la siguiente temporada invernal; ya que si bien ha rebasado su objetivo de almacenamiento de gas, al lograr 82%, y han diversificado sus importaciones con países como Estados Unidos, Argelia, Azerbaiyán y Noruega, algunos expertos han señalado que el riesgo de desabasto continúa presente, si se llegara a presentar un duro invierno sería necesario contar con el suministro de los gasoductos.

Los analistas vislumbran que Rusia encontraría nuevos compradores en Asia, y países como China, India y Pakistán muy difícilmente se sumarían a los topes de precios, ya que han alimentado en los últimos meses a sus refinerías con petróleo ruso, que les ha resultado más barato que otras fuentes.

Esta escalada de hostilidades, estresaría aún más los precios del crudo, los cuales podrían dispararse hasta alcanzar niveles superiores a los 140 dólares por barril, de acuerdo con algunas agencias especializadas.

POR MANUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
DIPUTADO PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ENERGÍA
@MANUEL_RDGN

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