ENVÍO DIPLOMÁTICO

Diplomacia: la vida en un traslado

Carga uno con objetos personales, utensilios profesionales, algunas memorias y con la vida de los seres queridos

OPINIÓN

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Embajador David Nájera / Envío Diplomático / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

La diplomacia se ejerce profesionalmente con planeación y dentro de una estructura legal. Trasladarse de una adscripción a un nuevo destino es una de las acciones más representativas de la profesión;  por ello, hacerlo en tiempos y formas que permitan el sano desarrollo familiar es una necesidad y una demanda para dar certidumbre a lo que constituye un proyecto profesional.
Mudar de ciudad cada tres o cuatro años es divisa regular en todo servicio exterior.

Las estancias en un destino pueden ser un poco más breves o un poco más extensas pero siempre llega una orden de traslado que cambia la vida de la o el funcionario, pero también de sus familias.

Así, en la vida trashumante de la diplomacia carga uno con objetos personales, utensilios profesionales, algunas memorias y con la vida de los seres queridos.  Buena parte de todo ello se va en un contenedor a través del mundo, otra va en el equipaje y la más importante en ocasiones va adelantada a la partida oficial,  en otras le siguen posteriormente o incluso viene una separación.

Por ello los servicios diplomáticos en casi todo el mundo trasladan a sus integrantes al inicio del verano; para que los estudiantes puedan iniciar el año escolar a tiempo, para negociar un lugar para rentar antes de que se agote la disponibilidad de departamentos, con tiempo a que el menaje llegue al nuevo destino, para que el período vacacional permita ajustar a la familia entera al nuevo sitio, para despedirse de amigos, colegas y vecinos; finalmente,  para adaptarse al nuevo sitio, su lenguaje, su clima, sus costumbres.

Mientras la o el diplomático vive mucho de su día "en el tiempo mexicano" en el que se labora en la embajada,  la familia en cambio vive inmersa de lleno en el nuevo destino y su cultura. Por ello es tan importante que todos ellos tengan un tiempo de adaptación en lugar de llegar con retraso al ciclo escolar y en la oficina, al período usualmente más intenso de trabajo gubernamental.

POR EMBAJADOR DAVID NÁJERA

Embajador de México,  actualmente preside la Asociación del Servicio Exterior Mexicano, ASEM
@DavidNajera

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