MALOS MODOS

Breve historia de la mentira fascista

El nombre de Goebbels, como habrán notado, cobró un llamativo protagonismo recientemente

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El nombre de Goebbels, como habrán notado, cobró un llamativo protagonismo recientemente, un poco porque el presidente decidió citarlo en una mañanera para desacreditar a sus críticos y sobre todo a Carlos Alazraki, lo que constituye una bajeza, y otro poco porque se le atribuye una naturaleza similar a la suya al dizque propagandista en jefe de la 4T, lo que constituye un exceso porque no basta ser un mentirosillo pomposo con beneficios fiscales para calificar de genio maligno de la contrainformación.

Dicho esto, vale la pena voltear hacia las horrendas enseñanzas del fascismo como fenómeno de comunicación, muchas de cuyas aberraciones, vaya que sí, están presentes en la manera de gobernar de la 4T, en el entendido de que la 4T es su líder. Así que venga la recomendación: lean Breve historia de la mentira fascista, del historiador Federico Finchelstein.

Va por delante una aclaración: el obradorismo no es protagonista de este libro; vaya, no es ni un personaje secundario. Finchelstein se concentra, de entrada, en lo que podemos catalogar como populistas de derecha, es decir, en los herederos actuales más claros del viejo fascismo: Trump, Bolsonaro, Orban y compañía.

Como he dicho antes, y a despecho de lo que opinan mentes muy bien amuebladas, nuestro presidente, que es el verdadero propagandista en jefe de sí mismo, no pertenece a esta categoría, sino –en su estatismo, en sus instintos anti empresariales, en su filia castrista, en sus amores bolivarianos– a la de los populistas de izquierda, por lo dicho hasta la náusea: claro que hay una izquierda conservadora, autoritaria y caciquil, que fue la que dominó el siglo XX y, en versión actualizada, la que tiene jodida a buena parte del continente.

Con todo, las similitudes entre su sexenio y los periodos de sus pares de derechas son llamativas. La 4T, como los fachos en cuestión, usó la pandemia como vía de concentración del poder, y hace de la mentira no una herramienta, sino la esencia misma de su forma de gobernar. Es mucho lo que, sin decirlo, nos dice este libro breve y sustanciosísimo sobre el México de hoy. 

Ahora bien: la Breve historia es mucho más que una revisión a los populismos de hoy. Finchelstein nos muestra al fascismo original en toda su complejidad ideológica y –perdonarán por la palabreja, tan imprecisa– cultural, porque este libro es un ágil, lúcido, claro e informado ejercicio de historia de las ideas: una breve historia intelectual del fascismo que resulta de veras oportuna en días como estos. De veras, no dejen de leerla. 

De paso, harían bien en leerla el presidente y su entourage, entre otras cosas, y solo para empezar, porque, para sorpresa de nadie, lo que dicen sobre Goebbels es un lugar común y una inexactitud garrafal. Digo, para que al menos que nos insulten con alguna precisión.    

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09 

MAAZ