COLUMNA INVITADA

El desafío del gas natural en México

Es crucial que se actualice la política de almacenamiento

OPINIÓN

·
Jesús Carrillo / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

La producción y distribución de gas natural (GN) representa un desafío enorme para la economía y la seguridad energética de México. Tiene características que lo hacen el hidrocarburo más importante para la transición energética y la mitigación del calentamiento global, por lo que es indispensable que se desarrollen políticas públicas que propicien un suministro sin interrupciones y a precios competitivos.

El GN es la principal fuente de energía para México, pues de él obtenemos 46 por ciento de la oferta primaria total en el país, y representa alrededor de 60 por ciento de la electricidad que se genera en nuestro territorio. Es también un insumo fundamental para muchos procesos industriales, por lo que no es exagerado decir que es el energético más importante para la economía y la sociedad. Sólo 7 por ciento de las residencias en el país lo utiliza, cifra que dadas las características de precio y eficiencia, seguramente seguirá creciendo.

En los últimos 15 años, la revolución tecnológica del sector permitió que en Estados Unidos la producción de GN subiera más de 1,300 por ciento, lo cual provocó que en nuestra región el precio del gas fuera el más bajo del mundo. Al mismo tiempo, se observó
un declive de los grandes yacimientos mexicanos y la producción se redujo a la mitad. Era lógico que nuestro país aprovechara los beneficios del comercio para satisfacer su demanda creciente de GN. Actualmente, México importa casi tres cuartas partes del gas que consume. Eso no es un problema, porque los precios han beneficiado a la industria nacional y a la CFE, con lo que todos salimos ganando.

El reto para la seguridad energética procede de que las importaciones de gas en México son provistas casi en su totalidad por ductos de EU. Cambios repentinos en las condiciones del suministro —como las heladas en Texas en 2021—, o cambios estructurales que le den más alternativas a las exportaciones estadounidenses —como el acelerado desarrollo de la industria del gas natural licuado— hacen que México pueda ser víctima de la volatilidad.

Es crucial que la política de almacenamiento de gas natural se actualice: México sólo puede guardar el equivalente a 2.4 días de su consumo, cuando Alemania y Francia tienen capacidad para tres meses. Junto con esto, la producción nacional debe impulsarse con rondas petroleras y alianzas de Pemex. La competitividad y seguridad energética del país requieren más alternativas, no menos.

Jesús Carrillo
Director de Economía Sostenible del Imco
@jesusscarrillo

MAAZ