Como es bien sabido, de acuerdo a los estudios de Morning Consult, los presidentes que -consistentemente- han registrado mayores niveles de popularidad, a nivel mundial, son el Primer Ministro de la India, Narendra Modi, y Andrés Manuel López Obrador, con 75% y 65% de aprobación, respectivamente. Esto no es obra de la casualidad, existen razones de fondo para explicar dicha realidad.
Trascienden los siguientes paralelismos entre Modi y AMLO:
Primero, ambos líderes conducen gobiernos con un claro acento social, con una amplia gama de programas de beneficios para sectores clave. Modi ha impulsado los llamados “esquemas” como el suministro de gas de cocina barato, microfinanciamiento a mujeres jefas de familia o su política de vivienda y sanidad.
AMLO, por su parte, ha logrado que penetren, directa o indirectamente, en una clara mayoría de los hogares mexicanos, programas como la pensión a adultos mayores, las Becas Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el Futuro, la pensión para personas con discapacidad, entre otros. Por cierto, ambos han privilegiado mecanismos de transferencias directas, sin intermediarios.
El respaldo de Modi y AMLO se ha visto reflejado en sus parlamentos. Por ejemplo, en la cámara baja de la India (“Lok Sabha”), el partido gobernante –“Bharatiya Janata” (BJP) o Partido Popular Indio, tiene el 56% de los escaños; en México, MORENA y aliados tienen el 55% de la Cámara de Diputados.
Tercero, tanto México como la India tienen una oposición desorientada y desprestigiada que no ha podido cohesionarse y presentar una alternativa viable o realmente atractiva para el electorado.
En la India, el que antes fue el partido principal -el Partido del Congreso- tiene como líder a Rahul Gandhi, bisnieto del ícono de la independencia, Jawaharlal Nehru, y nieto de Indira Gandhi, quien fue primera ministra por 15 años y dirigente del mismo partido por 25 años; no obstante, el peso del apellido, han sido derrotados una y otra vez por Modi, y algunos politólogos indios creen que incluso dicha organización debería desaparecer.
En el caso de nuestro país, está ampliamente documentada la falta de competitividad de los partidos opositores de cara hacia el 2024.
Y finalmente, ambos son mandatarios con un perfil claramente nacionalista, orientados a la construcción de un Estado de Bienestar, y que a pesar de las críticas y de los entornos globales desfavorables por la pandemia del COVID y la inestabilidad financiera internacional, han tenido una especie de “efecto teflón” en su aprobación personal.
Más allá de las similitudes entre Modi y AMLO, México y la India son naciones importantes que tenemos más en común de lo que podría parecer: ambos son considerados países emergentes, que forman parte del G-20, que han sido incluidos en agrupaciones de países con un potencial especial (los países BRICS, MIST y MIKTA) y que, por sus poblaciones, economías y mercados, están llamados a tener un espacio de gran relevancia en la comunidad internacional.
Jesús Ángel Duarte
@duarte_tellez
MAAZ