COLUMNA INVITADA

EPN: la caja china

Al menos siete millones de mexicanos votamos para que todos los expresidentes fueran juzgados

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Al menos siete millones de mexicanos votamos para que todos los expresidentes fueran juzgados. 

En agosto del año pasado, el porcentaje de participación quedo muy lejos de lograr el 40 por ciento para que la consulta fuera vinculatoria.

Los que queríamos que los exmandatarios fueran juzgados, votamos; los ex presidentes quedaron impunes, el Presidente cumplió su palabra de consultar al pueblo bueno. Nadie perdió, nadie ganó. Caso cerrado. ¡Lástima Margarito!

¿Qué creen? Santiago Nieto se peleó con el Fiscal General Alejandro Gertz, y la gota que derramó el vaso, a su boda en Guatemala invitó a los enemigos políticos del Presidente. 

Metió la pata y salió por piernas de la Unidad de Inteligencia Financiera. Fue sustituido por Pablo Gómez, un hombre sin filtros, que hace unas semanas, en una conferencia mañanera, así como quien habla del clima, declaró que la Unidad a su cargo investigaba al expresidente Peña Nieto, que vive un auto exilio dorado en Madrid, España.

La segunda parte de esta historia ocurrió hace unos días, cuando la Fiscalía General de la República de México (FGR) emitió el ahora famoso boletín, en el que informó que investiga a Peña Nieto por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y por hechos relacionados con la empresa española OHL. 

El tema no es menor. Nunca, en la historia política moderna de México un expresidente ha sido llevado a los tribunales.

¿Cuál es el significado de estas investigaciones? ¿Es una caja china? ¿Habrá consecuencias más allá del ámbito legal? ¿Veremos a Peña Nieto en la cárcel?

Pablo Gómez no tuvo ningún problema en integrar una investigación en contra de Peña Nieto. 

Encontró elementos para integrar un expediente y mandarlo a la Fiscalía. 

El Presidente reiteró que su fuerte no es la venganza, que no procederá en contra de sus antecesores, pero también fue claro al decir que no sería tapadera de nadie, que si la Fiscalía decide proceder, él no intervendría.

El punto clave será la posición que asuma la Fiscalía, la cual se encuentra saturada de casos polémicos y de alto perfil. Dos posibilidades. Primera, que la Fiscalía nade de muertito, que el tiempo pase hasta la conclusión del actual gobierno. Segunda, que meta acelerador al caso y que en las próximas semanas veamos por primera ocasión a un expresidente comparecer ante un juez.

Eso es lo legal; en lo político, el tema tiene matices. El proceso de Peña Nieto pende como una espada sobre las próximas elecciones del Estado de México, o bien que el caso sea utilizado como la caja china para el gobierno, cuando necesite que los ojos de la opinión pública miren a otro lado cada que sea necesario.

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO

@ONELORTIZ

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