COLUMNA INVITADA

¿Quién con la orfandad?

Así que el centro del debate no tiene que girar en torno a una personalidad que más allá de ser mediática, ha generado empatía con los menores del DIF Capullos y hace por ellos lo que sus familias dejaron de hacer

OPINIÓN

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Lucero Pacheco Martinez / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: especial

Una foto bajo la lluvia bastó para despertar una ola de críticas desmesuradas a quien celebró la llegada de las primeras precipitaciones a Monterrey. Lo que todos vimos en la imagen fue a un menor en brazos de Mariana Rodríguez y dos pequeños más brincando felices en los charcos de agua que dejó el torrencial en la capital, pero ¿quién ha dicho que eso esté prohibido? 

En cambio, lo que nadie ve o quiere ver, es el trabajo que se hace con las y los niños, niñas y adolescentes del DIF Capullos en Monterrey. Te has preguntado alguna vez ¿a dónde llega un huérfano? y en que condiciones llegan los niños, niñas y adolescentes que son abandonados, maltratados, abusados, violentados o que por decisión propia huyen de sus hogares. 

Niños y niñas  que no tienen acceso a una familia, ni amor maternal o paternal, que crecen entre el ir y venir de casas hogar, cuidándose de no volver a sufrir abusos. Casos de menores en orfandad lastimosamente hay millones en este país. Es muy fácil decir “que el DIF los atienda”, “que se encargue el DIF” pero, te has preguntado ¿a qué niña o niño le gusta vivir en una institución pública? 

Así que el centro del debate no tiene que girar en torno a una personalidad que más allá de ser mediática, ha generado empatía con los menores del DIF Capullos y hace por ellos lo que sus familias dejaron de hacer. 

Hace no más de un mes, Mariana Rodríguez reunió a un centenar de líderes de distintos sectores de la capital regia para pedirles apoyar el proyecto de remodelación y dignificación de las instalaciones del DIF Capullos. Ahí Mariana logró un paso importantísimo, conseguir parte del financiamiento para concretar el proyecto. 

Al día de hoy Capullos se encuentra en remodelación, fue derribado el edificio que albergaba a los menores, claro, fueron reubicados en nuevos espacios mientras se realizan los trabajos de construcción del complejo que comprende la reconstrucción de 12 villas, cocina, escuela interna, sala polivalente, reconstrucción de las oficinas del personal con salas de atención y evaluación, así como la vialidad completa de Capullos que incluye rampas y caminos.

Toda la ciencia de la salud tiene evidencia de que el mejor entorno de crecimiento para un niño es el familiar; Nuevo León fue el primer estado en aprobar la norma que incluye las familias sustitutas, una norma que incentiva el modelo de acogimiento familiar. Mariana ha acompañado y ha dado seguimiento a los trámites, para que más niños puedan tener una familia. 

No pretendo defender a Mariana porque considero que es una mujer que se defiende sola, lo que sí creo importante es hablar sobre lo que ha hecho y nadie ve. En las redes sociales es muy fácil señalar, desacreditar y juzgar, desde una realidad ajena a la que viven cientos de niñas y niños huérfanos en nuestro país. 

Hoy el foco mediático es Capullos, su singularidad es que una influencer que dedica su tiempo a darles voz y ponerles rostro a esos menores, que como miles de niñas y niños en este país son invisibilizados y olvidados. Porque para ser sinceros ¿quién se ocupa de la orfandad?

Un abrazo, una sonrisa, dedicar el día y fines de semana a estar con ellos, llevarlos a lugares recreativos, mostrarles el mundo con otra mirada, dedicarles tiempo, escuchar a niñas que siendo adolescentes ya son madres, abrazarlas y darles aliento, quizás parezca poco e insuficiente a los ojos muchos, pero para ellas y ellos es el mundo. 

Hasta aquí valdría preguntarnos ¿Cuánto hemos hecho por los y las niños, niñas y adolescentes huérfanos, violentados, migrantes, abusados y olvidados?

Al tiempo.

POR LUCERO PACHECO MARTÍNEZ

INTERNACIONALISTA

@LUCEPACHECO

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