COLUMNA INVITADA

El agua, la nueva crisis que se viene

¿Cómo pedirle a la población que no cuenta con la cantidad de agua suficiente que cumpla con esta regla, como lo que está ocurriendo actualmente en el norte del país?

OPINIÓN

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Arturo Santana / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Es indudable que la actual pandemia que nos azotó dejó muchas enseñanzas a la población mundial y México no fue la excepción, entre ellas las relacionadas con los hábitos de higiene de las personas dentro de la cual se incluye el constante y correcto lavado de manos, para evitar en lo posible contagios de las nuevas variantes del virus entre otras razones. Y aquí comienzan las interrogantes.

¿Cómo pedirle a la población que no cuenta con la cantidad de agua suficiente que cumpla con esta regla, como lo que está ocurriendo actualmente en el norte del país?

¿Cuáles serán las medidas de planeación estratégica y sobre todo presupuestales que deberá implementar el actual gobierno de la Ciudad de México para garantizar a este segmento de la población el derecho constitucional al vital líquido?

¿Qué harán los estados y los municipios del país transitoriamente para responderle a sus gobernados y llevar el líquido a sus domicilios?

¿Qué acciones legislativas se tomarán en el futuro próximo para etiquetar recursos exclusivamente destinados a garantizar la dotación de agua para cada familia de este país?

Y así podríamos hacer más preguntas.

En México tenemos más estados de la República completamente áridos y otros completamente verdes, en la zona sureste la disponibilidad de agua natural es por lo menos 7 veces mayor que en el norte y centro del territorio nacional. En el caso de la ciudad de México, el problema de escases no es menor ya que se encuentra asociado con factores de desigualdades sociales en materia de salud, educación, transporte, infraestructura, etc. En razón de esto vemos una gran diferencia en el abasto de líquido entre la zona poniente dónde se ubican las colonias de más altos ingresos y la zona Oriente donde se ubican las colonias populares unidades habitacionales, vecindades y asentamientos urbanos irregulares que por el hecho de serlo no alcanzan el reconocimiento legal para poder acceder a este "Derecho Humano" del abasto de agua de calidad. Luego entonces, ¿Cómo pedirle a este segmento poblacional que se lave las manos constantemente? Si a duras penas a los que bien les va, cuentan con agua para cocinar los alimentos lavar los trastos, la ropa y quizá con suerte una buena administración de líquido para bañarse.

No es casualidad  que la alcaldía  de Iztapala haya estado  dentro de los primeros lugares en contagio de Covid-19 en todo el país., primero porque es la más  poblada  de la ciudad  de México  con casi 2 millones de habitantes, segundo porque cuenta  con una planeación  urbana en su mayoría  inadecuada para cumplir  con lo que a futuro se quedará  para siempre y serán reglas ineludibles,  como la sana distancia y el constante  lavado  de manos  y tercero porque en la demarcación  encontramos centros de concentración  de personas como lo es la central de abastos más  grande de Latinoamérica y una gran  cantidad  de mercados sobre  ruedas o tianguis,  así  como enormes  centros  comerciales y de distribución  que impiden de manera  natural el cumplimiento  de esta nueva  cotidianidad.

Debido a todo lo anterior es importante trabajar desde ya en un rediseño de las políticas públicas que garantice el abastecimiento de agua suficiente y de calidad para todos los ciudadanos mexicanos, pero principalmente para aquellos y aquellas que se han visto desfavorecidos y qué por su condición social no han alcanzado el reconocimiento del estado mexicano para acceder al líquido que puede significar la línea entre la vida y la muerte hoy en día.

El problema es grave, ya que, según el INEGI, en México de los 34 millones de viviendas que existen, poco más de 10 millones no tienen suministro diario de agua, lo que representa una población de 44 millones de mexicanos.

Entre las medidas a tomar para garantizar un abastecimiento de agua suficiente y de buena calidad se ha propuesto insistentemente la creación de una nueva cultura del agua, que implique un consumo igualitario por persona, la aplicación sin miramientos de la ley a quien se sorprenda desperdiciando el líquido, sistemas eficaces de aprovechamiento del agua de lluvia y el reciclaje y reutilización de la misma. Así como una participación responsable y decidida del gobierno en sus tres órdenes que se traduzca en mayores asignaciones presupuestales, para la construcción de más tanques de almacenamiento, reparación total de fugas y mantenimiento de la red primaria de agua potable, así como ir trabajando con la comunidad científica procesos a futuro para desalinizar el agua de mar entre otras medidas.

POR ARTURO SANTANA
EXVICEPRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS 

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