COLUMNA INVITADA

No te preocupes Rosario

Peña Nieto se refería en aquel momento a las críticas y descalificaciones de aquellos a quienes decía les ocupaba y preocupaba la política y las elecciones, y no acabar con el hambre que padecen millones de mexicanos

OPINIÓN

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Eduardo Macías Garrido / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El 19 de abril de 2013 en Zinacantán, Chiapas, el expresidente Enrique Peña Nieto decía: “Rosario, no te preocupes, hay que aguantar”. Nueve años después, ella sale de prisión tras estar recluida desde 2019, cuando siempre debió de haber llevado su proceso en libertad.

Peña Nieto se refería en aquel momento a las críticas y descalificaciones de aquellos a quienes decía les ocupaba y preocupaba la política y las elecciones, y no acabar con el hambre que padecen millones de mexicanos.

Lo que sigue siendo vigente, es que el hambre no tiene partido, no tiene color. Nueve años después de aquel acto donde Peña Nieto respaldaba a Rosario Robles, siguen millones de mexicanos hundidos en la pobreza, con muy poco o nada que comer, con grandes desigualdades sociales y con evidentes agravios hacia los más desprotegidos que no hemos podido superar.

Lo que tampoco hemos podido cambiar es que la justicia sea pareja para todos. Rosario Robles fue detenida el 13 de agosto de 2019 por el presunto desvío de recursos de más de 5 mil millones de pesos, como parte del caso de la llamada “estafa maestra”.  

Rosario fue liberada el pasado 19 de agosto después de estar recluida tres años en el penal de Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México, cuando debió llevar su proceso en libertad, bajo ciertas medidas cautelares como de hecho lo determinó el juez en su liberación.

El encarcelamiento de Rosario Robles puso en evidencia lo degradado que se encuentra nuestro sistema judicial. Debe de haber muchas mujeres que se encuentran presas que no tienen ni los recursos, ni son figuras públicas como Rosario Robles, y que lamentablemente deberán permanecer encarceladas, seguramente muchas de ellas de manera injusta.

Ojalá y como lo prometió Rosario Robles al salir de prisión, haga suyas las causas de muchas mujeres encarceladas injustamente. Lo que también debe servir como ejemplo, sobre todo a algunos políticos del sexo masculino, es la lealtad y pantalones de Robles.

Rosario nunca cedió a las presiones de la fiscalía general de la República (FGR), a cargo de Gertz Manero. No se acogió a la figura de testigo colaborador para detallar presuntos desvíos de recursos en el sexenio anterior.

Aunque 11 dependencias estaban involucradas en las acusaciones, toda la responsabilidad recayó sobre Rosario Robles, quien se desempeñaba como titular de las Secretarías de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y de Desarrollo Social (Sedesol) en el sexenio anterior. A pesar de ello, siempre mostró su lealtad férrea a Peña Nieto y otros funcionarios públicos.

El juez Jesús Delgadillo Padierna, sobrino de Dolores Padierna, enemiga de Rosario, vinculó a proceso a la extitular de Sedesol y Sedatu por el ejercicio indebido del servicio público, delito que no ameritaba prisión preventiva.

Lo más grave es que Robles sale de prisión después de tres años y sin iniciarle juicio, fue indebidamente la única exsecretaria de Estado acusada por la estafa maestra. El juez de control determinó dejarla en libertad e imponerle como medidas cautelares la prohibición de salir del país sin autorización, entregar su pasaporte a la FGR y la presentación periódica ante la fiscalía, situación que debió determinar desde el primer día el juez Delgadillo Padierna, si la justicia fuera como dice nuestra constitución, pronta, expedita y gratuita.

POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO

EDUARDOMACG@ICLOUD.COM

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