TRES EN RAYA

El cáncer no espera; los medicamentos caducan; los niños mueren

La pésima gestión del INSABI ha logrado un desabasto de medicinas sin precedente, y no pocas de las adquiridas expiran en las bodegas, como las que se entregaron a infantes con cáncer y que habían caducado

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Una caravana recorrió Paseo de la Reforma pero fue detenida en la Alameda para que no llegara a Palacio Nacional. No eran manifestantes violentos, tampoco miembros del crimen organizado. Se trataba, como otras veces, de niños enfermos de cáncer aferrándose a la vida acompañados de sus familiares. Finalmente, solo un pequeño grupo pudo pasar y dialogar con el secretario de Salud, Jorge Alcocer (si bien, quien ejerce de facto la titularidad de la dependencia es Hugo López-Gatell).

Aunque desde la cuenta en redes sociales de la SSA se dijo que la reunión con padres de familia y personas con cáncer había sido positiva, en realidad no se llegó a ningún acuerdo; ni siquiera respecto a la falta de tratamientos o sobre las quimios que siguen siendo escasas o nulas.

El secretario prometió que en breve —no dijo cuándo— se elaborará un padrón de los niños que padecen cáncer en México. Dicho padrón ya debería existir a partir de registros en los diferentes nosocomios y clínicas del sector salud, incluyendo el ISSSTE, el IMSS, el INSABI, etcétera. Mas, encima, de poco sirve realizar un padrón ahora pues la atención debe calcularse con base en las estadísticas poblacionales por región, no de acuerdo a casos particulares. En otras palabras: es urgente tener siempre ciertos niveles de abasto en los diversos centros de salud para determinada población infantil, en función de la población en general.

Lo anterior es únicamente una muestra de que en el gobierno no terminan de entender, o no quieren entender, su oficio y responsabilidad. En la 4T existe una incompetencia absoluta. Nada más claro y trágico cuando esta se refleja en la vida de cientos de miles de enfermos.

Adicionalmente, hablar de la conformación de padrones en tiempos de la 4T nos remite, necesariamente, a la construcción de listas “clientelares”, lo único que realmente les interesa. O bien, ante la ausencia de un padrón actualizado y confiable, ¿que tal hablar del padrón de la muerte por su indolencia; ese que no es necesario realizar con pluma y papel porque existe en la mente de los familiares de los muertos y de todos quienes sabemos del desabasto de medicinas?

Ya lo dijo hace diez días Juan Ferrer, director del INSABI, en comparecencia ante la Cámara de Diputados: “el INSABI NO presta servicios de salud”. Sorprendente en verdad ya que, hasta donde se recuerda, dicho instituto se supone supliría al desparecido Seguro Popular y nos llevaría a niveles de salubridad como el que impera en Dinamarca.

La realidad es esta: el gobierno de ‘la transformación’ desmanteló el Seguro Popular, dejó a los más pobres en el abandono y ahora no tienen dónde acudir (15 millones de connacionales sin servicios de salud), y el INSABI pasó a ser una fuente de expolio y corrupción.

La pésima gestión del INSABI ha logrado un desabasto de medicinas sin precedente, y no pocas de las adquiridas expiran en las bodegas, como las que se entregaron a infantes con cáncer y que habían caducado.

Alcocer y su equipo de trabajo deberían volcarse a que no hubiese desabasto de medicinas de ningún tipo, sea para infantes o para adultos. De igual forma y con carácter de urgente, debería afanarse en volver a conseguir las vacunas que requieren todos los niños en nuestro país. Hoy solo 3 de cada 10 niños tienen completo su esquema de vacunación (en otros sexenios se habían alcanzado esquemas casi completos). El no vacunar es no prevenir y participar en la generación de verdaderas tragedias futuras. Enfermedades como polio, sarampión, rubeola, difteria, tétanos, tosferina, meningitis (por virus), hepatitis B y rotavirus que disminuyeron, y en algunos casos, se erradicaron, gracias a un sólido sistema de vacunación (esquema completo en el 78.4% de niños entre 12 y 35 meses de edad en 2006, y en un 74.2% en 2012).

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021, ese año el porcentaje de niños entre 12 y 35 meses de edad con esquema completo fue del 27.5%, y solo uno de cada tres menores de edad recibió las vacunas esenciales. Esto es, dos de cada tres niños no tienen las vacunas básicas en nuestro país. Una nueva amenaza de muerte, cortesía del gobierno federal.

La manifestación de enfermos el sábado pasado en la Ciudad de México es una de las muchas llamadas de auxilio para recordar el abandono que sufre la salud en este sexenio. Pero ni así se les escucha.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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